El conocido pintor, escultor y diseñador aragonés Miguel Ángel Arrudi ha decidido llevar más allá su exposición Turismo vs. Paisajes, actualmente en Demodo Gráfico, plasmando las vistas alpinas en los escaparates de varios locales del casco viejo. Todo ello con un propósito de denuncia. El casco zaragozano es una próspera zona comercial, pero los locales se han ido deteriorando, se han abandonado o han caído en desuso y sobreviven gracias a alquileres esporádicos. Todo ello se debe, según el pintor, a la crisis económica, la proliferación de espacios comerciales en la periferia, y la nueva forma de compraventa online: "El casco histórico está en decadencia total por la creación de grandes superficies en la periferia de Zaragoza, como Puerto Venecia, Bauhaus, etc. Antes, la calle Alfonso era un punto de referencia pero ahora con el tranvía ya no se puede aparcar, no hay accesibilidad. La única atracción es el Pilar y la calle Alfonso de arriba a abajo, los laterales están vacíos. Lo que yo hago es llamar la atención sobre este caos que está sucediendo al dislocar el centro de la ciudad".

La política tiene gran parte de culpa, según Arrudi: "Es la que ha movido todo esto y naturalmente juega con intereses concretos". A su parecer, medidas fiscales como la bajada del IBI e incentivos económicos para nuevas empresas, paliarían en parte la situación de esta zona de la ciudad.

Arte urbano como solución

Las calles Manifestación, Alfonso y Santa Isabel son las elegidas para mostrar artísticamente este descontento: "El arte urbano siempre ha servido para expresar crítica o análisis de una situación determinada. Los artistas vivimos en este mundo, los fenómenos sociales y políticos nos afectan como a cualquiera, y podemos tener una idea mucho más coherente que los que están en política".

Este tipo de arte se denomina efímero ya que Arrudi utiliza la pintura blanco España, que se va fácilmente. Los paisajes pirenaicos pueden durar de veinte días a un mes, y si el autor consigue el permiso del propietario del local, entonces pintan por fuera y por dentro, de modo que el paisaje dura más.

En la antigua galería de arte Erika, que todavía conserva un mural del fallecido Andrés Galdeano (que la dirigió de 1966 a 1971), Arrudi ha querido homenajear a su amigo y compañero emulando su estilo: el expresionismo abstracto. Su gesto responde a dos razones muy sencillas , "primero porque era amigo mío y segundo porque era un gran artista no reconocido aquí", señala. Este escaparate es una excepción , ya que no es un paisaje pirenaico sino una imitación libre de la obra de Galdeano y su técnica.

Un paisaje refrescante

La mayoría de los paisajes son producto de su imaginación, así como los elementos humanos, aunque están inspirados en vistas reales. Arrudi es natural de Sallent de Gállego y convierte sus raíces en el centro de su trabajo: "Yo llevo las montañas dentro de mí y lo que hago es crear mi propia geografía. Eso es lo que tiene que hacer un artista: crear". Su pasión son estos paisajes y no concibe inmortalizar otros porque no sería él mismo: "Lo marino etc., no lo siento. Vivo la montaña y trato de ser coherente con mi punto de vista".

Rosa, propietaria y responsable de Demodo Gráfico define la exposición y la iniciativa como "refrescante" y resalta su carácter irónico: "Es una exposición sentida y con un punto de ironía muy interesante en esta obsesión o fijación en dejar patente nuestra huella, nuestra creación por encima de la naturaleza".

Puede visitarse Turismo versus Paisajes en la galería de arte Demodo Gráfico (c/Manifestación) hasta el próximo 15 de julio.