Libros, rotuladores, lienzos, lámparas y mesas, pero también radios, ropa y cinta americana. Con estos objetos y muchos más va a trabajar el artista Sergio Muro en su nuevo proyecto Vacío/Espacio/Lleno, que se inauguró ayer en el Espacio Tránsito del Centro de Historias, donde estará hasta el 30 de agosto.

Al inicio la pared estaba completamente vacía pero durante todo agosto, Muro invita a los espectadores a acudir y hacerle entrega de objetos (de 17.00 a 21.00 horas, de martes a viernes y sábados y domingos por las mañanas) a partir de los cuales él irá construyendo su obra. «Pueden ser objetos cotidianos o cualquier cosa que sea obsoleta para ellos y a la que yo le puedo dar otro uso. Yo soy la obra artística y soy la obra viva, estoy todo el rato constantemente creando», explica el artista.

Pero no solo objetos, las palabras del espectador también son susceptibles de formar parte de la obra de Muro: «Habrá personas que me podrán contar historias personales, de la ciudad, poesía que me puedan narrar. Todo eso es material con el que yo puedo realizar una obra artística dentro del espacio », cuenta Muro. Él se plantea este proyecto como un reto personal: «Porque me expongo a que diariamente tengo que crear nuevas ideas y nuevos conceptos, pero también me lo propongo para aprender de mi mismo y principalmente de los demás».

Uno de los puntos fuertes de la obra es que requiere del contacto con el espectador, que por lo general no existe en los museos ya que se suele ir a ver la obra final, no el proceso. «Una de mis reglas en este proyecto es que lo importante es el proceso, muchas veces el resultado final es irrelevante porque donde aprendes y donde ves la calidad es en el proceso. Por eso vamos a grabarlo todo y haremos un documental », anuncia Muro.

Vacío/Espacio/Lleno está concebido como una doble crítica. En primer lugar Muro cobrará 1.000 euros. «Podría haber pedido más pero creo que era el momento para exponer que la sociedad, los gobernantes, las instituciones tienen que poner en valor la función de la gente que se mueve en la cultura y que cualquier artista requiere de un presupuesto para poder realizar su obra». Pero por otro lado, Muro quería criticar que «a veces el arte se sobreestima en demasía y se pueden percibir en las casas de subastas precios desorbitados que a veces al espectador le generan una incredulidad sobre el mundo del arte porque no deja de ser un objeto especulativo como si fuera una inmobiliaria».

Dalí decía que el que quiere interesar a los demás tiene que provocar. «Mi provocación es que yo mismo con el concepto que estoy plasmando estoy desarrollando con el presupuesto más mínimo un proyecto que tiene bastante envergadura y bastante calado», relata Muro.

El mensaje final que quiere lanzar con Vacío/Espacio/Lleno es que «todos somos creativos y todos podemos ser artistas. El calado principal es una crítica a que tenemos que poner en valor la figura de los artistas porque son el espíritu de la sociedad, los que siempre van un poco más avanzados, gente comprometida que puede ver los problemas desde otro punto de vista. Paradójicamente las empresas estiman mucho que todo el mundo sea creativo pero por otro lado no se potencia ni en los colegios ni en la educación general. Por eso hay que apoyar el arte y a los artistas que están trabajando día a día», concluye el artista.