El Gobierno egipcio declaró hoy que la restauración de la máscara del joven faraón Tutankamón, cuyo inicio fue anunciado la tarde del martes y que está previsto que se alargue hasta finales de año, podría revelar nuevos secretos sobre esta antigüedad hallada en 1922.

"Desde su descubrimiento, la máscara de Tutankamón no ha sido estudiada de forma científica y completa, por eso, esta es una oportunidad de oro para redescubrirla", explicó a Efe el codirector del equipo científico egipcio-alemán que se encarga de la restauración, Tariq Taufiq.

Según el responsable egipcio, el redescubrimiento de la máscara se basará en estudiar las materias y las técnicas utilizadas para fabricarla, así como el papel funerario y religioso de la misma.

Además, también se analizarán los paisajes y los textos que hay encima de ella, así como las materiales de los que está compuesta la misma barba, que no es solamente de oro, como el resto de la reliquia, sino también de piedras preciosas, según explicó a Efe el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati.

"Hasta el momento, todo lo que esconde esta máscara son secretos, por lo que esta oportunidad permitirá estudiarla con exactitud", explicó Taufiq, que espera que los labores terminen a finales de este año.

La reliquia sufrió daños durante unas obras realizadas en 2014 para cambiar la iluminación del Museo Egipcio, en circunstancias que aún no han sido aclaradas y que desataron una gran polémica.

La perilla de la máscara del joven faraón se desprendió accidentalmente y los encargados de la misma decidieron pegarla con resina "epoxy", lo que fue calificado por Taufiq de "tragedia".

Los trabajos de restauración consistirán en quitar los restos de la resina, desmontar la barba y después volver a montarla de forma correcta y sin causar daños.

La operación empezó el pasado 10 de octubre con la eliminación del "epoxy" adicional de la máscara mediante raspadores de madera.

El segundo paso consistirá en el calentamiento gradual del material adhesivo hasta que alcance 50 grados y se convierta en una materia blanda, lo que facilitará la tarea de desprender la barba de la máscara para volver a colocarla de forma correcta, precisó Taufiq.

Sobre esta última fase, el codirector alemán del equipo científico, Christian Eckmann, dijo, durante la rueda de prensa en la que se anunció el inicio de la restauración, que su grupo todavía no ha desarrollado el método con el que volver a montar la barba, ya que es necesario saber la situación exacta debajo de ella.

"Cuando sepamos eso, desarrollaremos una idea (de cómo restaurarla), la presentaremos al comité científico y decidiremos cómo hacerlo. Hay varios modos de hacerlo, por supuesto", señaló el experto alemán, que indicó que estas tareas podrían durar un par de meses.

El equipo de restauración egipcio-alemán, presidido por Al Damati, está compuesto por tres expertos -conservadores, científicos y egiptólogos- de cada país, además de 14 ayudantes de nacionalidad egipcia.

Por el momento, la máscara está "ingresada" en la cámara 55 del Museo Egipcio, donde recibirá todos los tratamientos mencionados, antes de volver a exhibirse al público, previsiblemente a comienzos del año que viene.

Es la cuarta vez que la máscara funeraria de Tutankamón es retirada de su vitrina desde que fue descubierta por el egiptólogo británico Howard Carter en 1922.

Después de que saliera a la luz el incidente, Alemania ofreció su ayuda a Egipto para restaurar la valiosa máscara y el pasado septiembre entregó 50.000 euros (56.330 dólares) a las autoridades egipcias para ello.

Tutankamón reinó durante un corto periodo de la primera mitad del siglo 1.300 a.C y lo más relevante de su mandato fue la devolución de la influencia y el poder a los sacerdotes de Amón, tras la experiencia monoteísta de Akenatón.