Hace 20 años, Chus Gutiérrez se atrevió a poner ante la cámara a una serie de personas para hablar de sexo de la forma más desprejuiciada. El resultado, Sexo oral (1993). Ahora plantea un esquema similar a partir de un tema aún más incómodo y tabú, el de las drogas. Droga oral es un recorrido a través de testimonios de una generación superviviente que invitan al espectador a la reflexión y al debate.