Martín Caparrós comenzó a escribir casi por casualidad. "Yo quería ser fotógrafo, pero un día de febrero faltaba gente para llenar una página", asegura el argentino. Así que escribió unas líneas sobre un pie izquierdo que había aparecido y que un alpinista había perdido hacía diez años. Eso fue en 1974, así que ya lleva más de 40 años en la profesión. El año pasado publicó Lacrónica --que ayer presentó en Cálamo, lugar al que volverá en marzo para recibir su Premio Extraordinario por El hambre--, que recopila trabajos publicados durante 30 años.

La selva boliviana donde se cuece la coca, las playas de Sri Lanka en la que los niños se venden por monedas, los bombardeos aéreos de Belgrado o la bomba capitalista de Hong Kong aparecen en este Lacrónica, que es también un "diario personal y profesional". No le gusta la palabra "antología" porque considera que es "pretenciosa"; pero ahí están los "textos que más me gustan". Ese ha sido el criterio de selección, "la excelencia y también la intención de reflexionar sobre las formas de hacer".

También por azar llegó a escribir estas crónicas. El quería ser crítico gastronómico pero le propusieron estas notas largas, Territorios. Tucumán fue su primer destino pero "descubrí que los viajes se pagaban con canjes de publicidad" y decidió viajar a "lugares inesperados".

Una crónica no es otra cosa que "contar la realidad" y cada uno lo hace a su manera, señaló. Sí que tiene claro que en una época "pasó a ser más que descripción, una calificación. Y eso me rompe las pelotas, por decirlo claro", dijo entre risas. Y es que "tiene que ser marginal, que moleste a alguien". Es, en definitiva, "política". Y lo explica: "Los medios tradicionales nos hablan de ricos, futbolistas, tetonas... y al contarlo nos muestran una idea del mundo. Los lectores entienden entonces que es lo que interesa, y eso es política", reflexiona. Luego está la "forma, diciendo el yo, planteado como alguien que mira", ya que los medios tradicionales niegan que alguien mire". Y eso "es política".

También tuvo tiempo para adelantar sus próximos trabajos, un texto en el que "por primera vez hablo de política española", una crónica sobre los pastores nómadas en Malí --"el primer viaje que he hecho con un fotógrafo"; y para Altair magazine, donde recupera fotos a los que añade un texto, "que me sugiere la foto o algo que pasó en ese momento".