Juan Bolea optará este año al Premio Dashiell Hammet a la mejor novela negra que otorga la Asociación Internacional de Escritores Policiacos dentro de la Semana Negra de Gijón, según anunciaron ayer el director del comité organizador, José Luis Paraja; y el director de contenidos, Ángel de la Calle. Ambos presentaron ayer parte de la programación del evento.

Junto a Bolea, también están nominados el español Julián Ibáñez y los argentinos Raúl Argemí, Marcelo Lujan y Ernesto Mallo. El gaditano de nacimiento pero aragonés de adopción, Juan Bolea compite con Parecido a un asesinato (Martínez Roca), una trama psicológica, con una madre y su hijo como protagonistas, ambientada en Asturias, que está en trámites para ser llevada al cine. Por su parte, el cántabro Ibáñez lo hace con Gatas salvajes, de Cuadernos del Laberinto, una novela que narra con crudeza el oscuro mundo de la prostitución.

TRES ARGENTINOS Argemí y Mallo han recuperado distintos aspectos del clima de violencia de los años 70 en Argentina en su respectivas obras A tumba abierta (Navona) y La conspiración de los mediocres (Siruela) y Luján ha buceado en las fuerzas ocultas que impulsan a un ser humano al crimen en Subsuelo (Salto de Página), una novela que presentó en la pasada Semana Negra.

Además, durante la cita, también se entregarán los premios Rodolfo Walsh al mejor relato de ficción basado en hechos reales; el Silverio Cañada, a la mejor primera novela negra; el Espartaco, de novela histórica, y el Celsius, de ciencia ficción. Al Walsh optan Nahuel Gallotta con La conexión Bogotá y los españoles Carlos Fonseca con Mañana cuando me maten y Ramón Lobo con Todos náufragos (Ediciones B). Juan Álvarez, Carlos Fortea y León Arsenal han sido seleccionados finalistas al premio Espartaco y Víctor Conde, José Carlos Somoza y Eduardo Vaquerizo lucharán por el Celsius.