Tras grabar en Queens su premiado corto Waist Up para la prestigiosa New York University, la directora zaragozana Marina Badía continúa su aventura americana, esta vez con el rodaje de un largometraje un día como el pasado 11-S, con Manhattan como telón de fondo. Se trata de Retry.

--¿Qué siente al rodar una película en estas localizaciones un 11-S?

--Cualquier día en esta ciudad es increíble, pero rodar con Manhattan de fondo en una fecha tan señalada como es el 11-S lo hace todavía más especial. Es un día de reflexión para todos los neoyorquinos y ese toque de melancolía se verá transmitido en las escenas filmadas hoy.

--¿Y que además se trate de su primer largometraje?

--Sabía que mi primera película tenía que ocurrir aquí y ahora. Cuando cumplí los 25 años en Nueva York me di cuenta que era el momento. Esta ciudad te demuestra que el sueño americano del que tanto se habla se consigue a través de muchos intentos, así que me lancé a por el primero de ellos. En Estados Unidos no existe el concepto fallar o decepcionar, todo es seguir tus pasiones, pase lo que pase. Grabar un día como hoy todavía hace más única esta experiencia.

--Manhattan es considerado para muchos el skyline de los sueños. ¿Qué tiene esto en común con sus protagonistas?

--Lo es para aquellos que lo disfrutan como fondo de pantalla de sus ordenadores. Cuando realmente lo vives de cerca durante más de un año y descubres las contradicciones y dificultades que entraña, ese skyline se ve con algunos matices diferentes. Esta idea tiene que ver mucho con la protagonista de la película, esa concepción de lo perfecto que nos ciega de ver y vivir haciendo lo moralmente correcto.

--¿Por qué el título de Retry?

--El análisis de lo que supone volver a empezarlo todo, volver a crear una vida nueva a raíz de la ya vivida y las consecuencias de dejarla atrás junto a un pasado no deseado. Me fascina la facilidad con la que obviamos lo que no nos gusta para poder continuar en lugar de esforzarnos en cambiarlo.

--En varios de sus cortometrajes ya abordaba las relaciones familiares.

--El contraste entre el concepto de familia en España y EEUU me ha hecho reflexionar bastante sobre el tema estos años. Esa idea de la familia como el lazo más fiel, comprometido e incondicional que pueda existir, por encima de todo y pase lo que pase, es algo sobre lo que pienso a menudo, de ahí que se vea reflejado en varios de mis trabajos.

--¿Cómo es trabajar con Maite Uzal y Ariela Rozentul, madre e hija en la ficción?

--Coincidir con Maite Uzal es una de las mejores suertes que he tenido en Nueva York. Es una actriz alucinante que siempre da más, versátil y entregada, deja con la boca abierta al equipo después de cada escena. Ya trabajé con ella en Waist Up, y desde entonces supe que querría volver a trabajar con ella siempre que fuera posible. Ariela es una niña que te hace ver que hay gente que nace destinada a ser actriz. Muy profesional y paciente, me lo puso muy fácil. Hacen un muy buen tándem juntas.

--Usted firma también el guion de esta historia con toques de thriller. ¿Cómo desarrollar en lo cotidiano el suspense para hacer vivir al espectador una experiencia diferente?

--Todo nuestro cotidiano está lleno de tintes de suspense, aunque normalmente esquivemos el pensar en ello. Me gustan las películas que te hacen sentir incómodo, que te muestran cosas que no quieres ver porque es más fácil vivir sin pensar en ellas.

--¿Considera que EEUU es el país más receptivo a la hora de acoger y emprender el rodaje de nuevas historias?

--No sé si todo EEUU, porque dicen que Nueva York es tan diferente que podría ser considerado como otro país diferente. Aquí todo vale, si le pones ganas e ilusión siempre va a haber gente que te ayude y apoye.

--¿Cómo ve el panorama actual del llamado cine independiente?

--En este país nadie espera a tener el presupuesto ideal, la mejor cámara ni las localizaciones perfectas. Prima la pasión y la iniciativa y se valora más algo que has hecho por tu cuenta y cuando no se tenía todo a favor. De ahí que haya tanto artista emergente que venga aquí a hacer cine.

--¿Y su mirada al cine español? ¿En qué se fija tras casi dos años viviendo en Nueva York?

--Me encanta el cine español, lo admiro y disfruto mucho de él. Considero que la cultura española es muy rica, y eso se ve reflejado en todas las películas que se hacen en nuestro país. La gran pena es que hoy en día, al menos para nosotros, los jóvenes, es mucho más fácil hacer cine español fuera de España.