Los herederos de los míticos Mocedades, El Consorcio, hace ya un tiempo que acumulan más años sobre los escenarios que la banda madre (23 frente a 15), y parece que es seguro que alcanzarán el cuarto de siglo. El grupo formado por los hermanos Uranga (Amaya, Estíbaliz e Iñaki), Carlos Zubiaga y el recientemente fallecido Sergio Blanco, llega hoy (21.00)a la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza para mostrar un resumen de su historia musical.

-Lo que en principio anunciaron como gira de despedida, parece que sigue para adelante.

-Fue en 2015 cuando murió Sergio, y nos planteamos ir retirándonos paulatinamente. Fuimos despidiéndonos de cada país, de cada región, pero tampoco sabíamos lo que iba a durar. Pero entonces comenzaron a surgir proyectos, y con ese último acontecimiento del Grammy Latino podemos decir que nuestra intención ahora es seguir adelante como El Consorcio mientras no fallen las fuerzas.

-¿Qué puede avanzar del concierto de esta noche?

-Lo que hacemos es un resumen de nuestra historia musical. Al final es el público quien elige, sabes cuales son las que más les gusta, y obviamente tocaremos los grandes éxitos de Mocedades, los de Amaya Uranga en solitario, Sergio y Estíbaliz también, los míos, además de los de El Consorcio.

-Después de tantos años, ¿qué época recuerda con mayor cariño?

-Recuerdo muchas etapas. Ten en cuenta que El Consorcio lleva más años juntos que lo que fue Mocedades. Por ejemplo, cuando salió el primer disco de El Consorcio fue una sorpresa para todos la respuesta del público, se vendieron 300.000 discos y nos obligó a ir adelante, y mira, 23 años después, aquí. Otro disco emblemático es el que grabamos en directo en México, que es nuestra segunda casa, donde tenemos amistades y visitamos mucho,; fue un concierto ante 40.000 personas en la plaza del Zócalo inolvidable. También hay un disco donde hicimos nuestros grandes éxitos con una sinfónica en Costa Rica, ese fue un álbum muy importante que nos proyectó mucho a nivel internacional (De Mocedades a El Consorcio. 40 años). Hemos conseguido hacerlo en varias ciudades y varios países, y queremos seguir trabajando con orquesta.

-¿Hay canciones que todavía les haga ilusión tocar?

-En concreto para mí, las que más me provocan cariño y muchos recuerdos son los de la primera etapa, de cuando yo llamaba a la puerta del ensayo de Mocedades para que me dejaran escuchar. Esas dos canciones, que son La guerra cruel y Soledades, me parecía imprescindible recuperarlas para el directo de nuestro grupo.

-Ya hace más de un año del fallecimiento de Sergio, ¿cómo está siendo subirse al escenario sin él?

-Cuando Sergio anunció lo que tenía siguió tocando con nosotros; después de que tuviera que retirarse de los escenarios siguió acompañándonos un año más. Yo creo que ahora siempre que nos subimos al escenario, de alguna manera está con nosotros.