Los triunfantes bolcheviques se apropiaron de la narrativa de la revolución. Pero muchos otros movimientos revolucionarios (ampliamente mayoritarios aún en las elecciones de enero de 1918, a tener en cuenta, por cierto) pasaron a figurar en el bando de los derrotados por la historia. Taibo rechaza la «vulgata liberal», «la mitología» bolchevique y la del nuevo nacionalismo ruso y reivindica a anarquistas, socialrevolucionarios y comités insumisos de soldados, obreros y campesinos.