En febrero comenzará, como es costumbre, la temporada de Grandes conciertos de primavera en el Auditorio de Zaragoza, aunque este no será un ciclo más. En primer lugar, esta será la edición número 25, y con su puesta en marcha comenzará la carrera hacia los actos que en otoño conmemoren el cuarto de siglo que cumplirá entonces este templo musical. Y en segundo lugar, esta será la última temporada de primavera, ya que, a partir del próximo octubre, en lugar de dividirse el año en dos diferentes periodos, se ofrecerá una sola temporada que irá de octubre a mayo.

El primer concierto de primavera tendrá lugar el próximo 15 de febrero y correrá a cargo de la London Philharmonic Orchestra, dirigida en esta ocasión por el español Juanjo Mena y acompañada por el pianista, también nacido en España, Javier Perianes, uno de los músicos más demandados a nivel internacional. Entre el resto de actos programados, destacan: el del Orfeón Donostiarra junto con la Orquesta Reino de Aragón el que interpretarán la Sinfonía nº 2 de Mahler, uno de los conciertos más complicados del compositor y que solo se ha escuchado una vez en Zaragoza; la visita el 15 de marzo al Auditorio del director Valery Gergiev y del pianista Daniil Trifonov, dos de las figuras más relevantes de la música clásica actual; el concierto de la Mahler Chamber Orchestra dirigida por el director de moda, Pablo Heras Casado; y el regreso de la mezzosoprano zaragozana Sara Almazán el 3 de junio que interpretará Kindertotenlieder (o Las canciones de los niños muertos) de Mahler, «una de las canciones más bonitas» del autor bohemio, según dijo ayer Miguel Ángel Tapia, director del Auditorio.

TALENTO INTERNACIONAL Y LOCAL

El objetivo de los responsables de la programación (tanto de Tapia como Fernando Rivarés, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza) era reunir en una misma temporada a artistas de talla internacional y reconocidos en todo el mundo y, al mismo tiempo, seguir apostando por músicos nacidos o formados en Zaragoza con la intención de demostrar el potencial de la ciudad. «Los músicos locales no están por estar o por ser de aquí, tienen mucho prestigio fuera de nuestras fronteras», dijo Rivarés.

Por su parte, Tapia quiso recordar el trabajo constante que se ha realizado desde el auditorio durante estos 25 años: «Este ha sido un camino difícil pero fructuoso. Ahora tenemos ocho grupos residentes».

Por quinto año consecutivo, el precio de las entradas se mantiene «congelado», en palabras de Rivarés, y oscila entre los 7 y los 75 euros. El plazo de renovación de los abonos de esta 25ª temporada será desde el próximo 14 de enero hasta el 19 en horario de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.

CONCIERTO CONMEMORATIVO

Aunque no quisieron desvelar muchos más detalles, los responsables del auditorio y del ayuntamiento sí que anunciaron que en octubre, cuando se cumplan los 25 años de la inauguración del edificio, tendrá lugar un concierto que reeditará el que tuvo lugar hace un cuarto de siglo para estrenar la Sala Mozart. Eso sí, habrá una novedad bastante notable. Si aquel primer concierto corrió a cargo de la Orquesta Nacional de España y de los Coros Nacionales, en esta ocasión las protagonistas serán la Sinfónica Ciudad de Zaragoza, la Orquesta Reino de Aragón y el Coro Amici Musicae, es decir, tres grupos residentes del Auditorio de Zaragoza. El repertorio sí que será el mismo y estará basado en un concierto de Mozart.

«A partir del año que viene comienza un proyecto distinto. Será un punto de inflexión. La temporada única permitirá tener nuevas programaciones y de nuevos estilos», aseguraron Tapia y Rivarés. Así, después del verano, comenzará una nueva etapa en la vida cultural de Zaragoza, en la que el auditorio tratará de convertirse en un referente tanto a nivel nacional -que ya lo es-, como internacional.