El río Ebro y el Sena «son los ríos fundamentales de Zaragoza y de París, son historia viva de todo lo que fluye en las dos ciudades». Y así se demuestra en la exposición Confluencias, que se inauguró ayer y que podrá visitarse hasta el 14 de abril en la sala Hipóstila del Auditorio de Zaragoza. Se trata de una muestra colectiva en la que participan 32 autores zaragozanos, todos ellos miebros de la Asociación de Artistas Plásticos Goya, y 26 parisinos, de las asociaciones del Este de París, Artistes Belleville, Menilmontant, Lilas y Le 100.

Estas confluencias tuvieron un avance en 2017 cuando «nos invitaron a exponer en París» en una muestra denominada Hybridos, reconoce el vicepresidente del colectivo aragonés, Miguel Sanza. Después, ese intercambio se pudo ver en el Auditorio de Zaragoza y «tuvo tan buen acogida» que decidieron que hubiera una segunda edición.

Entre las obras expuestas hay cerámica, escultura, fotografía, grabado, pintura, instalaciones, etc y todas han sido creadas para la ocasión, con el río como inspiración.

Las dos ciudades cuentan con dos ríos caudalosos, el Ebro y el Sena, que siempre han sido origen de historia, de cultura, de arte...; pero a lo largo del tiempo, cuentan desde la asociación, la confluencia de los ríos ha supuesto sentimientos encontrados, de unión y división, de nexo y de frontera. En el respeto de sus riberas «confluye una maravillosa riqueza vegetal» pero en la agresión a esta naturaleza se unirán la «tragedia humana, el caos, la muerte...»

En este caso, las Confluencias que inspiran a los artistas de este proyecto tienen un nexo común: «El enriquecimiento mutuo a través del intercambio de arte y su libre expresión».

Esta exposición cumple uno de los objetivos de la asociación, que es la «internacionalización del arte aragonés», explica Sanza, ya que «Zaragoza es un centro neurálgico de arte» como lo puede ser la capital francesa. De hecho, ha habido una selección de artistas y muchos se han quedado fuera. Asegura que «coordinar» desde Zaragoza esta exposición y, sobre todo, a los artistas franceses, ha sido duro, pero no descarta que haya una tercera edición «si no acabamos muy cansados».

Además, esta muestra cuenta con una novedad, y es la disposición de las obras, ya que en el Auditorio «no se pueden hacer agujeros», afirma, por lo que «tuvimos que usar la inventiva» para poder colocar las obras de arte en la sala. La forma de hacerlo, explica Sanza, es en unas planchas de cartón plegadas en forma de V en vertical, que «son muy fáciles de usar y que han gustado mucho».

La muestra podrá visitarse, con entrada libre, hasta el 14 de abril, en horario, de martes a sábado, de 19.00 a 21.30 horas; y el domingo, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.30 horas.