Recordaba ayer Miguel Ángel Tapia el homenaje a Pilar Lorengar cuando Alfredo Krauss casi sacó las lágrimas de emoción de todo el auditorio o cuando «el maestro Barenboim recibió una ovación de más de diez minutos del público después de que el director regalara diez bises, una marca inaudita en esta sala». Lo hizo en el acto que conmemoraba los primeros 25 años del Auditorio de Zaragoza que abrió sus puertas un 4 de octubre de 1994 y que ayer repitió el mismo concierto para conmemorar la efeméride con una sutil diferencia: «Entonces teníamos un estupendo continente pero no contenido y hoy contamos con un elenco aragonés». Así lo explicó el propio Miguel Ángel Tapia momentos antes de que comenzara el concierto en la sala Mozart en un acto que contó con la presencia del alcalde Jorge Azcón y la vicealcaldesa Sara Fernández así como con representantes de otras formaciones políticas como Pilar Alegría, Pedro Santisteve y Julio Calvo y con el gerente de Zaragoza Cultural, David Lozano.

«Uno de los principales objetivos cuando se construyó este auditorio era convertirlo en la casa de la ciudad y que Zaragoza sonara y sonara bien. Hoy, 25 años después, tenemos uno de los mejores auditorios del mundo con bondades acústicas reconocidas por grandes estrellas internacionales», aseguró con orgullo Miguel Ángel Tapia. Durante este cuarto de siglo, repasó el que ha sido director desde sus inicios de la instalación, han actuado más de 1.500 orquestas sinfónicas y 90.000 músicos y han pasado por el Auditorio alrededor de 1.800.000 espectadores «sin olvidar las agrupaciones musicales que se han creado que congregan actualmente a unas 500 personas».

Miguel Ángel Tapia, que dijo «sentirse un privilegiado por poder dirigir algo de todos los zaragozanos», no quiso olvidarse tampoco del «impulsor del proyecto», Luis García Nieto, presente en el acto, al que interpeló directamente: «Gracias por lo valiente que estuviste». Y tampoco quiso olvidarse de la gente: «Gracias al público porque con su fidelidad ha hecho posible que el sueño de que Zaragoza suene a música sea de verdad».

Para Sara Fernández, vicealcaldesa y responsable de Cultura del consistorio actual que fue la encargada de abrir el acto, «el éxito del Auditorio de Zaragoza es dar cabida a mucha música y de diferentes formas porque esta es un puente entre sociedades y une a las personas».

El alcalde Jorge Azcón, por su parte, aseguró que detrás del éxito de los 25 años «están muchísimas personas como siempre pasa cuando hay un éxito pero fundamentalmente el mérito es del director de todo esto, Miguel Ángel Tapia, porque que Zaragoza pueda alardear de edificio y de programación se debe a él... y al público, porque sin una ciudad que lo supiera apreciar nada habría tenido sentido y no quiero olvidarme tampoco del arquitecto José Manuel Pérez Latorre». Unas palabras que dijo antes de apelar a lo que ha de venir: «Lo verdaderamente importante son los siguientes 25 que nos quedan por celebrar y que sigamos apostando por la cultura como hicieron los responsables municipales anteriores. Enhorabuena a todos».

En el acto, previo al concierto protagonizado por la Orquesta Reino de Aragón y Amici Musicae, estuvieron exconcejales de Cultura como Juan Bolea, Verónica Lope, Carmen Solano y el propio Luis García Nieto así como personalidades de la cultura como Víctor Jiménez de LaMov, Joaquín Murillo de Teatro Che y Moche, el gerente del Principal, José María Turmo, el organista José Luis González Uriol así como un buen número de concejales de la actual corporación municipal.

El concierto se abrió, tal y como sucediera hace 25 años, con los Cantos de pleamar de Antón García Abril (presente en la sala) y a continuación se interpretó la Novena de Bethoven ante una sala Mozart del Auditorio de Zaragoza que no se llenó para la ocasión.