El banderillero Mariano de la Viña, perteneciente a la cuadrilla de Enrique Ponce, a cuyas órdenes actuaba el pasado día 13 de octubre en el coso de La Misericordia cuando resultó cogido de pronóstico gravísimo, recibió este viernesl alta hospitalaria para completar su recuperación en su domicilio de Albacete.

Antes de abandonar el hospital Quirónsalud de Zaragoza, De la Viña compareció ante los medios de comunicación junto al director gerente del centro hospitalario, Miguel Ángel Eguizábal, y el doctor Carlos Val-Carreres, el médico que ha coordinado todo el proceso de recuperación desde el momento mismo de la cogida. De la Viña afirmó ignorar por completo lo que sucedió aquella tarde de la Feria del Pilar después de que un toro de Montalvo lo arrollara infiriéndole tres cornadas. «Cuando desperté en la UCI vi a mi mujer y le pregunté: ¿Qué ha pasado? ¿Ayer me cogió un toro?… y ella me respondió: llevas seis días durmiendo sin despertar hasta ahora», explicaba ayer el banderillero.

una eminencia / Para entonces habían pasado unas horas cruciales desde que el equipo del doctor Carlos Val Carreres lo recibiera en la enfermería del coso superando un escenario crítico que precisó de varias transfusiones de sangre y una complicada maniobra de reanimación y estabilización hasta su evacuación al hospital Quirónsalud.

El banderillero albaceteño no escatimó elogios hacia el equipo médico destacando al doctor Val Carreres de quién afirmó que «para mí es como un padre. Ha estado pendiente las 24 horas del día. Es una gran persona, una eminencia…», dijo. Expresó además su profundo agradecimiento «al resto de médicos y a todos aquellos que se han interesado por mí. A todos en general les trasmito mi mayor gratitud y también mis disculpas por no poder contestar a todos».

Luego quedó una última reflexión en el aire: «mi objetivo personal es volver a torear aunque el tiempo marcará las pautas. Para eso debo estar al cien por cien y soy consciente de que la recuperación será larga»

Por su parte, el doctor Carlos Val-Carreres destacó el trabajo «de un equipo multidisciplinar» para conseguir que De la Viña volviera a casa y no lamentó la despedida del torero, «porque esta, no es triste», dijo. H