El espacio El Túnel del barrio Oliver de Zaragoza acogió la noche del sábado la final de la decimocuarta edición del Popyrock. En el escenario se batieron tres bandas con propuestas muy diferentes: Mating Souls, Ecos del Cierzo y Embers Path. Estos últimos, un trío formado por los hermanos Santi y Edu Pérez y Mario Funes, se hicieron con el primer premio.

Fueron los terceros en tocar, pero Embers Path consiguió ganarse al público desde el primer momento gracias a su personal estilo basado en el ska-punk y el reggae. Su trabajada técnica y el acertado uso de las secuencias que acompañaban el directo les hicieron ganadores, a pesar de ser el grupo más «veterano»: los tres están en torno a la treintena. «Creíamos que eso nos podía penalizar. Pensábamos que el jurado iba a decir ‘pero qué hacen estos presentándose a concursos si ya tienen edad de ser padres», decía Edu, el bajista. Tanto Mating Souls como Ecos del cierzo, los otros dos grupos finalistas, están compuestos por músicos de apenas 20 años.

PONER MIRAS FUERA

«Esto es una palmadita en la espalda para nosotros -decía el batería de los Embers Path-. Ahora tenemos que celebrarlo y empezar a tocar, y también fuera de España. Tenemos ganas de coger la furgoneta y echarnos a la carretera. No nos planteábamos ganar, pero vamos a aprovechar este colchón para hacer varias escapaditas». A pesar del poco tiempo que llevan como grupo, esta banda zaragozana ya estrenó este mismo año un disco con ocho canciones propias titulado The Call.

El objetivo de disfrutar y de seguir tocando lo comparten los que ayer quedaron segundos, Ecos del cierzo. Este joven grupo asentado en Zaragoza y formado por Daniel Yzuel (voz y guitarra), Alexandro Gracia (guitarra), Diego Lorente (bajo y teclados) y Marcos Turón (batería) quedó muy conforme con el resultado. «Lo poco que ganamos lo invertimos en el grupo -tres de ellos son todavía estudiantes- y con este premio podremos disfrutar durante un tiempo más sin que nos cueste dinero», confesaban.

Su rock y sus versiones hicieron disfrutar a sus incondicionales, que les apoyaron con pancartas entre el público, al que apelaron después en unas declaraciones a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, uno de los colaboradores del concurso. «Lo más importante para nosotros es que nos vengan a ver, no los premios. Una copa en una discoteca te cuesta seis euros, e ir un concierto de un grupo local te cuesta dos o tres. Y lo segundo te aporta más», zanjaba Yzuel.

En tercera posición quedaron Mating Souls, un dúo de dos jóvenes chicas (Isabel Ostariz e Izarbe Gil) que se presentaron en el escenario con una propuesta muy íntima y «moñas», según ellas mismas definieron. «No solemos escuchar la música que componemos, pero cuando escribimos nos atrevemos a decir lo que sentimos, y por eso nos salen canciones así», decían con el mismo desparpajo con el que se mostraron sobre las tablas.

Además de disfrutar con las actuaciones de los tres finalistas, los ayer asistentes pudieron escuchar también a la banda alabesa Outgravity. En la gala se entregaron los premios ya anunciados Mejor propuesta joven (para Kingslayer) y Música en la red (para Ecos del Cierzo). Como recompensa, los Embers Path se llevaron un cheque de 3.000 euros y la grabación de un videoclip. Los segundos y los terceros recibieron 1.500 y 500 euros respectivamente. Pero como todos advirtieron, el dinero no es lo que importa, si no el respaldo del público y las instituciones. Y ayer lo tuvieron.