El gran Honoré de Balzac vuelve al plano de la actualidad (del que nunca, en rigor, se ha ido) con una novedad editorial: Un asunto tenebroso, reeditada por Navona, con traducción del francés de José Ramón Monreal.

En sus páginas, los lectores disfrutarán con una intriga ambientada en época de Napoleón. El propio emperador y algunos de sus más relevantes ministros, como Talleyrand o Fouché, comparecerán en la novela de Balzac desempeñando sus propios personajes, lo que automáticamente confiere a Un asunto tenebroso un valor documental.

De hecho, Balzac escribió este relato pocos años después de que los hechos sucedieran realmente, por lo que, además de buena información, el autor de La comedia humana, en cuyo ciclo acabaría incluida esta pieza, tenía muy fresca la memoria de los participantes y, a buen seguro, cuantos testimonios hubiere necesitado sobre las guerras napoleónicas.

Balzac se centra en el capítulo de los atentados contra Napoleón por parte de los simpatizantes realistas, despojados del poder a raíz de que la cabeza de Luis XVI rodase bajo la cuchilla de la guillotina.

Será ese odio hacia los republicanos, alimentado por las muertes del Terror (tras miles de ejecuciones ordenadas por Robespierre), el que se orientará ahora hacia la figura del Sire. Dará lo mismo que Napoleón parezca invencible en el campo de batalla, que encadene una victoria tras otra, que llegue a poner a media Europa a sus pies; para los seguidores de la casa de Borbón, Bonaparte, el odiado corso, no era más que un militar advenedizo, un aventurero del poder con la suerte de cara, y un objetivo a batir.

Entre los conspiradores, en su mayoría nobles, antiguos propietarios de terratenencias y palacios expropiados por la Revolución, Balzac dibujará un puñado de excelentes, originales y profundos personajes, demostrando que su paleta psicológica no estaba ceñida únicamente a escenas de costumbrismo urbano ni reñida con los episodios de acción, muy abundantes en Un asunto tenebroso.

Como también brillan en una ambigua oscuridad los contrasentidos, vicios, intuiciones y estrategias de los agentes al servicio del emperador, encargados de desarbolar las conspiraciones en su contra y de hacer pagar con la cárcel a sus incitadores. Estando, sin embargo, Fouché, el conspirador por excelencia, nada será blanco ni negro, porque hasta las mayores obviedades y evidencias podrían ser resultado de manipulación por el genio de este ministro que sirvió sucesivamente a todos los gobiernos, pero sobre todo a sí mismo...

Y, entre aventura y traición, algunas de esas frases lapidarias propia de una pluma tan caústica como la del genio francés: «La policía y los jesuitas tienen la virtud de no abandonar nunca a sus amigos ni a sus enemigos».

O esta otra sobre el amor, quizá la principal de sus pasiones: El azar, en el amor, es la providencia de las mujeres.

Una lectura o relectura llena de encanto y misterio, no en vano anuncia el género de las novelas de espías.

Título: Un asunto tenebroso

Autor: Honoré de Balzac

Editorial: Navona

Traducción: José Ramón Monreal