El retroceso a la fase 2 de la desescalada en Zaragoza ha cobrado ya su primera víctima cultural. Y es que el Día del libro que se iba a celebrar en la calle el 19 de julio, es decir, este domingo, finalmente no tendrá lugar ya que el Ayuntamiento de Zaragoza ha revocado el permiso dada la situación sanitaria en la capital aragonesa y los problemas para poder controlar el aforo. «Habíamos planteado todas las medidas de seguridad necesarias pero la nueva situación nos ha echado al traste todo», aseguró ayer la presidenta de Copeli, Marina Heredia.

«Estamos muy desilusionados porque teníamos muchas esperanzas en este día que es muy imporante tanto para los editores como para las librerías. Es un día en el que se pueden mostrar las novedades, muchas de ellas este año no hemos podido ni sacarlas, y, además, es un día en el que esperas vender», reflexionó Heredia.

Y es que lo cierto es que aunque las librerías ya tenían muy claro que esta celebración no iba a ser ni mucho menos similar ni en cifras ni en asistencia a lo que sucede tradicionalmente el 23 de abril, sí que habían puesto muchas esperanzas porque, en cierta manera, suponía, la vuelta a la calle y el reencuentro con los lectores ya que se habían programado también firmas con los autores en una jornada en la que estaba previsto evitar las aglomeraciones en cada estand.

La suspensión de esta celebración en la calle, en cualquier caso, no significa que se desbarate todo lo previsto para el Día del libro ya que el 23 de julio (fecha a la que se trasladó la celebración tras el fatídico 23 de abril en el que el confinamiento en toda España todavía estaba vigente), las librerías zaragozanas sí tienen previsto celebrar el día. Lo harán como lo suelen hacer, con alguna actividad programada y ofreciendo descuentos a sus clientes con el objetivo de fidelizar lectores y, sobre todo, reivindicar, una vez más, que los libros deben ocupar un lugar central.

Así las cosas, habrá que esperar al próximo otoño para que los libros vuelven a salir a la calle en Aragón con las ferias de Zaragoza, Huesca y Teruel, todas previstas para el mes de octubre: «Crucemos los dedos en que se puedan hacer porque si no la situación va a ser muy dura para el sector en el que estamos muchas empresas pequeñas», concluyó Marina Heredia.