Sentenció Pablo Picasso que «el arte es la mentira que nos permite comprender la verdad». Y es en el contexto de esa afirmación donde podemos inscribir 'Farsa (Género imposible)', el nuevo disco de Silvia Pérez Cruz, editado por Universal Music. Se trata de un trabajo armado con una cierta sobriedad instrumental y no poca contención vocal, en el sentido de evitar los adornos innecesarios. Es también un trabajo de búsqueda y hallazgos, armado con caciones que han sido compuestas para estar relacionadas con el teatro, el cine, la danza y la poesía. Ranchera, tango, vals circense, fado-flamenco, jazz, copla y folclores de aquí y de allá suenan en esta Farsa en la que Silvia se interna también en territorios poco frecuentados enpropuestas anteriores y que pueden descolocar a algunos oyentes. Pero de eso trata el arte, ¿no? De descentrarnos, de mentirnos con talento para ayudarnos a escribir la verdad. Esa es la ficción sincera de Silvia Pérez Cruz.

Tras el Ep 'Sandunguera' (2018), la argentina afincada en España Nathy Peluso se suelta el pelo con 'Calambre' (Sony), todo un tratado de afirmación femenina por las vías abiertas del rap, el trap, el neo-soul, el rhythm & blues y los meneos latinos. Salsera poderosa en 'Puro veneno', y tanguera desestructurada en 'Agárrate', Nathy se mueve como pez en el agua en casi todos los estilos, especialmente en las agitaciones traperas y hiphop, mientras que pierde algo de fuelle en las variaciones del soul más contemporáneo.

Que el cuarto álbum de la cubana La Dame Blanche se titule 'Ella' (Nacional Records) no responde a lo casual sino a lo causal. Nacida en Pinar de Río y residente en París, Yaité Ramos (ese es su nombre fuera de los escenarios) rinde aquí tributo a la fuerza de las mujeres, pregona sus derechos, advierte de sus riegos y se muestra en ocasiones con el descaro que otorga la libertad. Grabado en París y México, Ella es un mosaico sonoro confeccionado con baldosines de cumbia, rap, salsa, reggae, reguetón, dancehal... Esta dama no se esconde.

A Rocío Márquez no le asusta enredar su hondura flamenca con músicas de procedencias diversas. Su última experiencia en ese sentido se titula 'Omnia Vincit Amor' (Universal) y está grabada con el guitarrista barroco Enrike Solinís y con su grupo Euskal Barrokensemble. Son piezas basadas en 'El amor brujo', de Falla (de ahí el título del disco, sacado de una égloga de Virgilio: «El amor lo vence todo»), además de composiciones de Gaspar Sanz, Santiago de Murcia y el propio Solinís. El resultado, aunque no todas las canciones son compartidas, se sitúa gozosamente en la fontera, en ese espacio liminar que dinamita la lógica binaria.

Es probable que haber sido la primera dama de Francia pase factura. Artística, cuando menos. Creo que es lo que le ha sucedido a Carla Bruni, que acaba de editar un disco homónimo (Universal), el primero con material original que edita en siete años. Sí, hay alguna pieza de factura brillante como 'Le petit guépard', y una aproximación más o menos feliz a 'Porque te vas', de Jeanette, pero en conjunto el disco, susurrante, suena con escaso nervio.

Flautista y cantante en ocasiones, la gallega María Toro cierra con 'Fume' (Jazz Activist) una trilogía iniciada en Nueva York con 'A contraluz' y continuada en Brasil con 'Araras'. Piezas como 'La otra' y 'Uno' destacan en un álbum de jazz sin cortapisas, pespunteado por aromas flamencos, ecos de vanguardia y perfumes brasileños. Chano Domínguez colabora en dos composiciones, y el alma de Galicia aflora en otra.

Samantha Crain sufrió tres accidentes de tráfico en 2017 que a punto estuvieron de costarle la carrera. Pero aquí está, con 'A Small Death' (Real Kind / Music As Usual), un intenso tratado de folk-pop confesional, con ecos sesenteros y cuidados arreglos.

Capturada en directo se presenta Suzanne Vega en 'An Evening Of New York Songs And Stories' (Cooking Vinyl / Everlasting), disco grabado en el café Carlyle. Íntimo y emocionante, ofrece 23 revisiones de canciones propias, jugando con los tonos y las texturas, y una recreación muy lograda de 'Walk On The Wild Side', de Lou Reed. Como Allen, Suzanne lleva Nueva York en el corazón.

Ensoñación, lisergia, placidez, perturbación... Todo eso, en 'Electr-O-Pura' (Matador / Everlasting), el que fue séptimo disco de del grupo Yo La Tengo (donde Georgia Huble, como saben, toca la bateríay los teclados y canta), que ahora se reedita con motivo del 25 aniversario de su publicación. Electr-O-Pura fue y es un poderoso artefacto sonoro cuya canción final ('Blue Line Singer') anticipó esa barbaridad publicada en 2006, titulada 'Past The Hatchet, I Think I’m Goodkind'.