ANIVERSARIO

La Pantera Rossa celebra diez años de «resistencia cultural»

La librería zaragozana se ha convertido en el mejor refugio de los títulos más sociales y comprometidos. El espacio de la calle San Vicente de Paúl es también «un lugar de encuentro» que aspira a transformar la realidad

La Pantera Rossa celebra diez años de «resistencia cultural»

La Pantera Rossa celebra diez años de «resistencia cultural»

EL PERIÓDICO

Que una librería celebre su décimo aniversario ya es de por sí un motivo de alegría en estos días inciertos. Pero el mérito aún es mayor si la cumpleañera no es una librería al uso. Es el caso de La Pantera Rossa, que a lo largo de esta década ha sido refugio de libros diferentes y críticos. Esos que invitan a la reflexión y al debate y que difícilmente logran hacerse hueco en las estanterías habituales. Ubicada en la calle San Vicente de Paúl, La Pantera Rossa no pretende ser solo una librería. También es un centro social, un «lugar de encuentro y resistencia cultural» donde compartir pensamientos, experiencias y realidades transformadoras. «Nacimos contra el inmovilismo, así que siempre hemos pretendido ser un espacio donde se puedan gestar cosas», subraya Chabier Nogueras, uno de sus impulsores.

Su inauguración el 10 de diciembre del 2010 ya fue una declaración de intenciones en toda regla. Pocos días antes de la apertura, del escaparate colgaba un cartel: ‘Próxima apertura por crisis’. Y así han seguido todos estos años, conviviendo con todo tipo de crisis: la económica, la del libro, ahora la sanitaria... «Abrimos en el peor momento posible, pero hemos conseguido aguantar», apunta Nogueras. Sin duda su mejor garantía de futuro es la comunidad lectora que han logrado crear en estos diez años y su clientela fiel. «Cuando abrimos, lo que queríamos era hacer lectoras y lectores y los hemos conseguido», destaca.

Por todo ello, la librería, gestionada profesionalmente en sociedad cooperativa, espera seguir dando guerra muchos más años. «Confíamos en que quede Pantera Rossa para rato, sobre todo gracias a nuestros amigos y lectores, a los que estamos muy agradecidos. Contamos con una base que nos permite no estar a la deriva de cualquier crisis y eso da seguridad», subraya Nogueras.

Esta fortaleza les ha permitido afrontar con más tranquilidad la actual crisis sanitaria. «Durante el confinamiento y tras él vimos que había una vuelta a la lectura y ahora mantenemos un ritmo bastante bueno de ventas; no sabemos cuánto tiene que ver con la cercanía de la Navidad, pero estamos satisfechos», señala.

Eso es también lo que perseguían cuando abrieron sus puertas: convertirse en una «librería de barrio» y crear una comunidad en torno a ella. «Mucha gente nos dice que prefiere comprar aquí que en una gran cadena o a una multinacional online que solo busca hacer dinero», asegura.

Conocer sus orígenes ayuda a entender por qué se ha especializado en «ensayo social y político de contenido crítico con el capitalismo y que promueve alternativas al sistema». Muchos de sus impulsores formaron parte de la redacción aragonesa del periódico Diagonal y en su fundación también jugaron un papel importante el grupo de estudios multidisciplinar A Zofra, la Red de apoyo a Sin Papeles y el colectivo por la no violencia activa y la desmilitarización social Mambrú.

Junto a su firme apuesta por los textos más críticos y políticos, la librería cuenta con una importante selección de narrativa social y de literatura infantil y juvenil que huye «de los estereotipos sexistas y que promueve una socialización basada en la igualdad y la libertad». «Cuando arrancamos nos pusimos en contacto con librerías similares, como La Hormiga Atómica en Pamplona o Traficante de Sueños en Madrid, y con su apoyo lanzamos el proyecto para dar cabida a esas pequeñas editoriales que aspiran a provocar debate y pensamiento crítico», recuerda Nogueras.

Para impulsar esa faceta de contrapoder cívico, la planta sótano de la librería ha acogido en estos diez años asambleas, charlas, seminarios, talleres, presentaciones de libros o exposiciones artísticas. «Hemos sido el espacio de muchos colectivos; desde las limpiadoras a los compañeros de Stop Desahucios y siempre con esa visión transformadora», destaca Nogueras.

«Nuestra orientación ha sido desde el comienzo inclusiva y abierta, con el objetivo de ofrecer un espacio hermoso y acogedor a todos los movimientos sociales y tendencias emancipadoras de nuestra ciudad, aunque no podemos dejar de cuidar con especial cariño entre nuestra selección librera algunas líneas que nos parecen fundamentales como los feminismos, la filosofía crítica, la literatura infantil y juvenil, o la poesía», añade el librero.

El espacio alberga también una ecotienda donde se puede encontrar una cuidada selección de productos ecológicos, de proximidad, de comercio justo y del mercado social. Así, tiene a la venta artículos de higiene y cosmética, limpieza, arroz, legumbres, pasta, conservas, miel, cereales, bebidas vegetales, leche, aperitivos, café, chocolates,...

Para encontrar el origen del nombre de la librería hay que acudir a Deleuze y Guattari y al célebre texto Rizoma, la introducción del libro Mil mesetas, mientras que la doble ese es un guiño a la policía italiana y a la contracumbre del G8 en Génova del año 2001. «Algunos de los impulsores de la librería participamos en ella; yo por ejemplo metí en el proyecto parte de la indemnización que recibí», concluye Nogueras.

Un regalo por la compra de un libro

La pandemia va a impedir celebrar como se merece el décimo aniversario de La Pantera Rossa, pero el centro social librería ha buscado fórmulas alternativas para, al menos, sentirse un poco más cerca de sus lectores y clientes en una fecha tan señalada. Así, los que compren este jueves cualquier libro recibirán una sorpresa. «Hemos hecho un regalito para la ocasión con todo el cariño y agradecimiento a las gentes que hacen posible que viva La Pantera Rossa, crisis contra crisis», explica Chabier Nogueras. Además, para conmemorar su cumpleaños, la librería invita a compartir en las redes sociales una foto y un comentario relacionado con este décimo aniversario añadiendo el hashtag #YoSoyLaPanteraRossa. «Nos hubiera gustado hacer una fiesta en condiciones, pero por motivos de sobra conocidos se va a quedar en una celebración virtual. Es una pena porque La Pantera Rossa no es solo un proyecto nuestro, es una iniciativa comunitaria y asociativa», subraya Nogueras, que recuerda su ‘leitmotiv’: «La Pantera Rossa no imita nada, no reproduce nada, pinta el mundo de su color para hacerse ella misma imperceptible». Como siempre, este jueves abrirá de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas.

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