Aragón alberga diferentes obras de Goya diseminadas por todo su territorio. Las dos cúpulas en el Pilar, las pinturas murales en la Cartuja del Aula Dei y las importantes piezas que exhiben el Museo de Zaragoza y la Colección Ibercaja son las más relevantes. Destacan también la casa natal y el museo del grabado en Fuendetodos y una serie de obras en diferentes pueblos que no todos los expertos adjudican a Goya, como recuerda Juan Carlos Lozano. Los especialistas lamentan que todas estas «huellas» de Goya en la comunidad carecen de cohesión y un discurso que las unifique y reclaman más colaboración entre instituciones.

Las dos bóvedas en la basílica del Pilar

La decoración de dos bóvedas en la basílica del Pilar fue el encargo más importante que Goya recibió en Zaragoza. El tema escogido para decorar la bóveda del Coreto, situada frente a la Santa Capilla, fue 'La Adoración del Nombre de Dios'. Por medio de nubes en diferentes planos, Goya creó una gran sensación de profundidad. Esta obra la realizó en 1772. Casi diez año más tarde pintó la cúpula que hoy se conoce como 'Regina Martyrum'. Era la primera vez que Goya se enfrentaba a una superficie semiésferica y lo resolvió magistralmente. De hecho, se considera una de sus mejores obras. Sin embargo, la manera de trabajar de Goya, excesivamente abocetada para el gusto clasicista de la época, condujo a un agrio enfrentamiento con su mentor Francisco Bayeu.

Las pinturas murales en la Cartuja del Aula Dei

El barrio rural de Peñaflor alberga un tesoro desconocido para muchos aragoneses: la Cartuja del Aula Dei. Además, en la iglesia del monasterio Goya dejó su huella en forma de pinturas murales. Se tratan de las composiciones más originales de la juventud de Goya y el preludio de su madurez artística. De las once pinturas sobre la Vida de la Virgen María que ejecutó, actualmente solo se conservan siete. Los sábados por la mañana se realizan visitas guiadas, aunque la DGA quiere firmar un nuevo convenio para ampliar el régimen de visitas.

Museo de Zaragoza y Colección Ibercaja

Zaragoza nunca tendrá El Prado, pero también alberga espacios museísticos con importantes obras. El Museo de Zaragoza, por ejemplo, cuenta con una relevante colección de la pintura de Corte que Goya realizó a lo largo de su carrera, como los retratos de Carlos IV, María Luisa de Parma, Fernando VII, El Duque de San Carlos o el Infante Luis María de Borbón. Por su parte, el Museo Goya de Ibercaja posee sus cinco grandes series de grabados y piezas tan destacadas como su autorretrato o el retrato de Félix de Azara.

Fuendetodos y el Alma Mater Museum

Goya ha hecho que Fuendetodos sea conocido en todo el mundo. En el municipio puede visitarse su Casa Natal, así como el Museo del Grabado, en el que se exponen cuatro series de grabados. Por otra parte, el Alma Mater Museum, ubicado en el Palacio Arzobispal de Zaragoza, cuenta con un retrato del arzobispo Company (pintado en 1.800) y el Museo de Huesca exhibe el de Antonio Veián y Monteagudo.

Su legado en varios pueblos de Zaragoza

Aunque no todos los expertos las adjudican sin dudarlo a Goya, diferentes pueblos próximos a Zaragoza cuentan con obras referidas a Goya, como Muel, Alagón, Pedrola y Remolinos. En Calatayud, por ejemplo, decoró las pechinas de la cúpula principal de la iglesia de San Juan el Real.