El Auditorio de Zaragoza continúa este domingo a las 11.30 horas con su 41º Ciclo de Introducción a la Música. En esta ocasión con una obra considerada de las más populares del siglo XX, Carmina Burana, del compositor Carl Orff. Más de 100 artistas, de las formaciones Amici Musicae y de la Orquesta Reino de Aragón, se subirán al escenario de la Sala Mozart dirigidos por Igor Tantos, para interpretar la versión reducida para coro, solistas, pianos y percusión que el propio autor redactó.

Carmina Burana se basa en una colección de 300 poemas con el mismo nombre de los siglos XII y XIII, donde el amor carnal, los placeres terrenales y el goce por la naturaleza son aderezados con una mirada crítica y satírica hacia los estamentos sociales y eclesiásticos de la época. «Lo que hizo Carl Orff fue realizar una selección de aquellos poemas que consideró que se podían ajustar más al planteamiento de la obra. Se inicia y termina con La fortuna, que se representaba como una diosa profana, como una rueda con ese carácter cíclico», explica Igor Tantos, director del coro Amici Musicae, quien se encuentra al frente de la producción.

Los medios de comunicación y el cine, comenta Tantos, han contribuido a la popularidad de la obra, en especial con O Fortuna, pero como músico el interés que suscita Carmina Burana va más allá.«El planteamiento que hace de la voz, especialmente de la escritura coral. Esa potencia radica muchas veces en cómo Orff utilizaba la voz como un instrumento más, en ocasiones creando un efecto como si se tratara de un instrumento de percusión, algo que fue muy renovador en la música coral. Eso imprime un carácter, una potencia y espectacularidad en el sonido tremenda», cuenta el director musical.

La versión que Amici Musicae y la Orquesta Reino de Aragón interpretarán este domingo es una variación compuesta por el propio Orff. «Mantuvo la misma escritura coral y vocal, el coro adulto e infantil, y los solistas. Instrumentalizó la parte concebida para la orquesta sinfónica. Consideraba que la espectacularidad, aunque es verdad que con la orquesta sinfónica gana, podría ser perfectamente factible el llevar esa magnificencia a una formación más pequeña», explica Igor Tantos.

Es complicado que el número de artistas implicados en la representación de este domingo pase inadvertido, y más en los tiempos que corren, lo cual ha supuesto alguna que otra dificultad a la hora de ensayar. «La pandemia dificulta mucho las cosas pero tenemos la inmensa fortuna, ambas formaciones, de ser grupos residentes de el Auditorio y contar con su apoyo y con el protocolo anticovid, de tener unos espacios inmensos y poder mantener la distancia de seguridad de dos metros. Es cierto que tenemos que cantar con mascarillas, que quizá es lo que más nos obstaculizó hasta que la gente se pudo adaptar. En ello videntemente hay una merma en la proyección de la voz, y eso se nota y es incómodo para los cantantes», cuenta Tantos. «Evidentemente no es la normalidad que todos deseamos, pero no se trata de un obstáculo. Con el protocolo, en ninguno de los grupos, ni el público, se han producido contagios. Esa protocolización hace que la cultura sea segura», señala el director, quien recalca los beneficios de las medidas sanitarias. «Que podamos desarrollar una producción con más de cien personas en el escenario es algo muy positivo», incide.

El equipo artístico de Carmina Burana está integrado por dos de las formaciones residentes del Auditorio de Zaragoza -el Coro Amici Musicae y el ensemble de percusión y pianos de la Orquesta Reino de Aragón-, así como por las voces solistas de Vanesa García (soprano), Emmanuel Faraldo (tenor) y Javier Franco (barítono).

Las entradas para el concierto del domingo pueden adquirirse a partir de un precio de 10 euros en los puntos habituales de venta, la taquilla del Auditorio de Zaragoza, su página web y a través de los cajeros Ibercaja.