Aragón se mantiene como la sexta comunidad con mayor índice de lectura de todo el país tras Madrid, País Vasco, Navarra, Cataluña y La Rioja. Así lo refleja el 'Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2020', elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) y el Ministerio de Cultura.

Según este informe, publicado hace solo unas semanas, las desigualdades históricas en esta materia se mantuvieron durante el año pasado, siendo Extremadura, Canarias, Andalucía, Castilla La Mancha y Murcia las comunidades que menos leen.

Por otra parte, el barómetro ha confirmado algo que ya se intuía: el índice de lectura en España creció a lo largo de todo el 2020 y lo hizo especialmente durante los meses de confinamiento. De hecho, el encierro llevó los datos a máximos históricos.

El número de lectores creció en todo el país, pero especialmente en Cataluña, Andalucía y Aragón, que fue la tercera comunidad donde más subió la cifra con un incremento del 2%.

Según el barómetro, el 68,8% de los españoles leyó libros a lo largo del 2020. Un 64% lo hizo por ocio (este porcentaje acumula una subida de 7 puntos en los últimos diez años) y el 23,1%, por trabajo o estudios (porcentaje que, por el contrario, cae con respecto al 2019 un 27,5%). A pesar de todos estos buenos datos, el 36% de la población española no lee libros nunca o casi nunca.

Muy significativo fue el aumento de los lectores frecuentes (a diario o, al menos, una vez por semana), que en el 2020 pasó del 50% al 52,7%. Pero, sin duda, uno de los mejores datos del estudio es el máximo histórico de frecuencia lectora (57% de la población) que dejó el confinamiento en el país, incremento que se mantuvo al empezar la desescalada, siendo los menores de 35 años quienes lo capitalizaron.

Antes del confinamiento, los españoles dedicaban 6 horas y 55 minutos a la lectura de media semanal, tiempo que durante la pandemia se ha elevado hasta las 7 horas y 25 minutos (durante el confinamiento, fueron 8 horas y 25 minutos). Como ya es habitual, las mujeres leyeron más que los hombres.

El informe también refleja que la librería tradicional se mantiene como el principal canal de compra de libros: un 71,1% de los españoles las eligieron para adquirir algún ejemplar y el 38,4% se decantó por internet.