El tercer sábado del mes de abril se celebra el Día Mundial del Circo y este año tenemos más razones que nunca para ello. La Asociación de Profesionales del Circo de Aragón (CARPA) celebramos las artes como herramienta para dar vida a la existencia, celebramos el florecimiento de la simiente circense en Aragón que llena de color el horizonte; pueblos, plazas, teatros... Celebramos que creamos y crecemos como «familia cirquera».

L@s artistas circenses estamos acostumbramos a vivir «en la cuerda floja», «haciendo malabares» a diario, mientras echamos de menos la red que ampare nuestros pasos. Pero hoy, tenemos una hermosa CARPA que nos resguarda bajo la tormenta que acontece. Es la convicción por ejercer nuestro arte la que nos empuja cada día a seguir caminando al filo del alambre. Un arte lleno de poesía, humor y esperanza tan necesaria en estos momentos.

Continuar viviendo del arte circense en la actual situación es un reto, pero para el circo, un reto es algo apasionante, por algo nos nombran como «artistas de lo imposible», acostumbrados a «abrazar los problemas» siempre con una sonrisa, encontrando una solución original que desencadene la gran ovación del público.

Nuestra materia de trabajo es intangible, son las emociones y las sensaciones. Nuestra labor no es cuantificable, pero sin duda en cada representación transformamos el entorno dándole una pincelada de color. Este año queremos volver a llenar esos espacios que, de golpe, quedaron vacíos, porque es necesario generar espacios saludables de reencuentro, de cultura y esperanza para la ciudadanía.

Así que; aquí estamos, un año más, empujados por la pasión y el motor del corazón, a punto ya para llevar a cabo nuestra humilde tarea: transformar los imposibles en inevitables para contagiar la ilusión al público.

Pasen y vean…. EL MÁS DIFÍCIL TODAVÍA.