Con la «obsesión» de traer artistas que no hayan estado nunca en Zaragoza o muy pocas veces y volcados en un público joven. Esa es la apuesta de Laminero, una nueva promotora musical que de la mano de los aragoneses Lolo Aznar, Daniel Acirón y Manuel Cabeza acaban de lanzarse al mercado con un ciclo en el Centro Cívico La Almozara de Zaragoza que del 22 de mayo al 26 de junio vivirá seis conciertos.

«Teníamos claro que no queríamos cerrarnos a ningún género en concreto, nuestra apuesta era traer todo lo que quisiéramos sin ningún tipo de prejuicios en cuanto a géneros, queríamos divertirnos y atraer a la audiencia joven», explica Lolo Aznar, quien prosigue: «Creemos que los jóvenes de hoy tienen menos prejuicios escuchando música y consumiendo cultura que antes. Antes si eras punki, roquero o rapero, no podías escuchar otro tipo de música. Los jóvenes eso ahora lo han perdido, solo hay que ver los carteles de los festivales que son muy diversos. Nosotros no queremos cerrarnos a ningún género».

De esta filosofía ha salido un cartel muy diverso que se estrenará con Fresquito y Mango (dúo aragonés que han convertido su último éxito en viral en Spotify y que ya han vendido todas las entradas para sus dos conciertos del 22 de mayo). A estos aragoneses les seguirán Candeleros («para nosotros, el mejor grupo de cumbia instrumental de España, aunque sus componentes son de origen latino») que ofrecerán un concierto el 28 de mayo y Gabriela Casero, «apuesta por el bedroom pop, se hizo famosa por hacer bolos por Instagram durante la pandemia y no ha tenido todavía el espacio para presentar en Zaragoza su propuesta») que lo hará el próximo 5 de junio.

El ciclo proseguirá el 12 de junio con Elane y Sofia Gabanna, «dos raperas jóvenes del rap de vieja escuela con conciencia social», explica Aznar. El 17 de junio será el turno de Confeti de odio («debutó hace tres años y solo ha estado en Zaragoza una vez en el Zaragoza Feliz Feliz») y la cita se cerrará el 26 de junio con VVV [Trippin’You], «se definen como neobakalas, beben del postpunk industrial de los 80 y los 90 y de la ruta del bakalao pero trayendo esos sonidos al presente», desgrana uno de los socios de Laminero.

La situación pandémica que todavía se está viviendo y que no se sabe cuándo concluirá hace que los aforos sean de apenas 60 personas para estos conciertos aunque la promotora trabaja con la posibilidad «de hacer dos pases de cada uno de los artistas como ya ha sucedido con Fresquito y Mango». Una situación que permite subsistir y poco más: «Todos cobramos lo mínimo o nada pero el objetivo es consolidar una oferta para la ciudad ya que en esta escena no había nada hasta ahora. La idea es poder el año que viene hacer ya algo rentable para todo el mundo que trabaje», explica Lolo Aznar. De hecho, Laminero ya tiene cerrado otro ciclo para septiembre y octubre aunque, de momento, no hay cerrados artistas y, «de cara al 2022», ya están fijando fechas pero a la espera de cómo evolucione la situación siempre con la misma idea: «Centrarnos en grupos o que no hayan venido nunca a Zaragoza o lo hayan hecho muy pocas veces. Es decir, traer a estos grupos que no han tenido espacio durante esta pandemia para mostrarse», concluye.

Las entradas para este primer ciclo de Laminero en el Centro Cívico La Almozara de la capital aragonesa ya están a la venta a través de la plataforma dice.fm desde 13,2 euros.