Llevaba tiempo dándole vueltas y buscando un texto para poner en escena, levantar un espectáculo junto a María Ruiz con la que quería volver a trabajar y un día al despertarse, de repente, lo tuvo claro, trabajaría con 'Una habitación propia', de Virginia Woolf: «Es un libro que me costó leerlo y que había dejado un par de veces pero cuando atraviesas esas primeras 30 páginas complicadas, es bestial». La que habla es la actriz turolense Clara Sanchis que junto a María Ruiz levantó este proyecto hace ya varios años y ahora llega con él al Teatro del Mercado de Zaragoza desde el jueves hasta el domingo. «Me había conmovido y tiene una gran teatralidad porque es un juego que ella hace, una falsa conferencia», relata Sanchis.

'Una habitación propia' es una de las obras, publicada en 1929, clave para el feminismo: «Se centra en la desigualdad entre hombres y mujeres pero habla de la desigualdad. Y junto a eso, tiene la belleza literaria, creativa e imaginativa de un genio. Nos atraían mucho a las dos sus ideas luminosas pero también su belleza literaria y nos lanzamos», explica Clara Sanchis quien con esta obra ha acumulado éxitos continuados en Madrid.

¿Cómo ha sido esa puesta en escena? «Hemos intentado transmitir con mucha sencillez y pureza el texto de Virginia Woolf, casi apartándonos nosotras, poniendo siempre el impulso en comunicar lo que ella creó –inicia su explicación la turolense–. Tocamos cuatro capítulos del libro, era imposible abordarlo entero y María (Ruiz) quería que hubiera música para separar las partes así que como soy músico le propuse tocar yo y así es... Al principio era una conferenciante con teclado (luego la obra ha crecido y ya hay un piano en escena), no era Virginia Woolf». Y para esa música, se decidieron por Bach tras experimentar con algún otro sonido. «Probamos con cosas impresionistas para acercarnos a los años 20 pero luego Bach nos permitía transitar muy bien el espectáculo. La música empieza cuando acaban las palabras, cuando ya no llegan y es la parte más emocional del espectáculo», explica Clara Sanchis.

Una habitación propia from Clara Sanchis on Vimeo.

El discurso de Virginia Woolf está más vigente que nunca y es de una coherencia y una sencillez que abruma: «Ella juega con esa enorme sencillez cuando se le ocurre que habría ocurrido si Shakespeare hubiera tenido una hermana prodigiosamente dotada y simplemente con narrar qué hubiera ocurrido poniendo sobre la mesa la realidad histórica de las mujeres, te corta la respiración», repasa Sanchis que quiere hacer hincapié también en una faceta más desconocida de la autora: «La obra tiene mucho sentido del humor y utiliza una parábola maravillosa en la que se ve que el sometido lo que hace es agrandar la figura del que somete. Una figura que los hombres también conocéis bien porque todos tenemos alguien por encima. Son ideas que siempre han estado ahí pero a las que le faltaba una mente genial como la de Woolf para plasmarlas».

Y eso ha hecho que el discurso siga vigente y siga atrapando a los espectadores que se acercan a ver el espectáculo: «La respuesta del público ha sido siempre impresionante. Necesitamos conocer al detalle nuestro pasado para entender quiénes somos y cómo estamos aquí. La gente joven que viene a ver el espectáculo, que es mucha, se sorprende de lo que pasaba y que está tan cerca, ha sido algo tan doloroso que todos queremos pasar página pero a lo mejor todavía necesitamos hablar de ello antes que olvidarlo para siempre», dice la actriz, inmersa actualmente en cuatro montajes, que ahonda en la clave del éxito de Una habitación propia: «Es la historia de un maltrato en la que Woolf no hace un cuento de buenos y malos. Es algo mucho más complejo, habla de cómo se ha ido construyendo la humanidad»