Contar la era digital con historias y medios del siglo XXI. De ese planteamiento surge el último proyecto de Hernán Ruiz, Desvaríos en el laberinto digital, que parte de 47 relatos divididos en diez apartados temáticos a partir de los que crear todo un universo transmedia. «Es un planteamiento contemporáneo para radiografiar lo que está pasando en la cultura digital, pero a través de anécdotas que les ha ocurrido a personajes cotidianos en relación con el uso de las redes», explica el autor. Así, se pueden encontrar linchamientos mediáticos, el uso de los bots políticos o historias como la de una señora casi jubilada que va a limpiar el ordenador y se da cuenta de que su marido es un pederasta. «Hay historias de todo tipo, también entra en ellas Tinder e incluso las redes eróticas», asegura Hernán Ruiz.

Y, a partir de ahí, «la idea es hacer un universo transmedia, que incluya hilos de twitter, otra narrativa, vídeos, cómic… Ya el libro es un poco transmedia en sí porque tiene vinculación con cosas de Plot 28 (el proyecto pionero en este universo que lanzó también Hernán Ruiz hace unos años) a través de hipervínculos, tiene fotografías digitales, dibujos… Es decir, ya de por sí tienes varias cosas, pero se va a expandir con otros contenidos que todavía estamos elaborando en el marco de un proyecto de investigación de la Universidad de Granada», asevera el autor. Y es que, según se puede ver en la propia web del proyecto, «el universo transmedia quiebra los limites de la historia tradicional creando nuevas vías de narración entre medios interconectados».

Es decir, estamos ante una obra que no solo está concebida desde la contemporaneidad sino que trata de desmenuzarla: «Yo estoy empeñado en hacer un tipo de literatura propia de mi época. Intento que para empezar sea una literatura fractal, fragmentada en cuentos, porque hoy en día, la realidad creo que hay que contarla así», dice con rotundidad el creador, que aún así también tiene claro que «una cosa es lo que uno cree y otra la que cree el mercado que tiene sus pautas». «Lo que creo es que muchas de las cosas que se hacen en el mercado me parecen una regresión, se ponen de moda novelas históricas que son tremendamente decimonónicas, novelas romanticonas… y todo eso ya se hicieron mejor en su momento». Es decir, hay «una literatura muy conservadora en formas. Yo propongo conectar con el siglo XXI y sus formas de contar y ahí está la transmedia, pero esto tardará en asentarse. Haces cosas de forma pionera y a veces hasta que no pasen unos años no se entienden. El tiempo dirá si voy por el buen camino o me estoy equivocando». En Desvaríos en el laberinto digital, relacionado con este discurso, asegura Hernán Ruiz, «los cuentos van en una línea estilística muy variada, juegan con técnicas narrativas e intento recoger los lenguajes que se utilizan hoy en día» siempre con una intención clara: «No por el hecho de ser complejo y profundo, debes dejar de ser entretenido e incluso divertido, y yo intento que no sea una lectura pesada y obtusa, que haya esa parte de la liviandad que debe tener el texto del siglo XXI».

Así, Desvaríos en el laberinto digital es un libro de su tiempo dirigido a un público muy amplio, no está centrado en los jóvenes: «Yo inevitablemente no creo que sintonice con las preocupaciones de los jóvenes porque tengo la edad que tengo. Soy una persona abierta a las tecnologías pero no por eso dejo de tener una edad. Lo que sí creo es que es un libro que puede llegar a todo el mundo», concluye Hernán Ruiz.