El Teatro Principal llevará a sus tablas La casa de Bernarda Alba, de la mano de Producciones Faraute y bajo la dirección de José Carlos Plaza. El clásico de Lorca volverá a representarse con cuatro funciones desde este jueves hasta el domingo, a las 19.00 horas, en Zaragoza. Tanta expectación ha levantado que las localidades para todas las sesiones ya se han agotado.

Escrito en 1936, poco antes del asesinato del poeta y dramaturgo andaluz, La casa de Bernarda Alba se ha convertido en un retrato de la mujer en el ámbito rural en la España del siglo XX y de la perpetuación del patriarcado. No por su antigüedad el texto ha dejado de estar vigente. «Aunque es un clásico hay temas que siguen siendo de rabiosa actualidad», apuntó Sara Fernández, vicealcaldesa y consejera de cultura, durante la presentación del espectáculo. Rescatada por Margarita Xirgu en 1945, durante su exilio en Buenos Aires, ahora la obra se pone en las manos de las actrices Ana Fernández, Luisa Gavasa, Ruth Gabriel, Zaira Montes, Rosario Pardo, Montse Peidro, Marina Salas y Consuelo Trujillo para representar el luto de ocho años impuesto por Bernarda a sus hijas tras la muerte de su marido.

Para Luisa Gavasa, las funciones de esta semana llegan con un punto extra de ilusión. La actriz aragonesa regresa al Teatro Principal después de 19 años, y celebra «haber recuperado el sonido del telón, cómo se te acelera el corazón» antes de cada representación. Una euforia compartida con el resto del elenco, al trabajar el texto de Lorca. «Hay una emoción y un compromiso interno que no se puede obviar con Federico», señaló Consuelo Trujillo, quien se aventuró a describir la represión que sufren los personajes de la obra con el panorama nacional tras la muerte del poeta: «Esta obra presagiaba de alguna manera lo que vino después. Como dice Bernarda, ‘en ocho años que dure luto no ha de entrar en esta casa el viento de la calle’. Y fueron 40. Es el presagio de Lorca ante el estallido de lo doloroso de la guerra civil española y del totalitarismo y la dictadura que vino luego», dijo la intérprete.

Aún vigente, el texto de Lorca es capaz de hacer a su público replantearse su modelo de la sociedad: «¿Qué dice a los espectadores de hoy este ‘drama de mujeres de los pueblos de España’? Pues incide en la posición de la mujer en la sociedad con sus techos de cristal, diferencias salariales y su indefensión física ante la violencia provenga de donde provenga (Bernarda ocupa sin ser consciente el papel de autoridad, del manejo del poder económico y la representación del poder establecido)», cuenta el director José Carlos Plaza en el dossier que acompaña al espectáculo: «Es curioso que Lorca ponga en la boca de una mujer la filosofía del patriarcado», apuntó Trujillo ayer.

Con una escenografía que representa el patio de Bernarda, en el exterior pero con altas paredes que le separan de él, se presenta el espectáculo. «Es un montaje áspero y clásico», comentó Rosario Pardo sobre la puesta en escena que le ayudó a profundizar en su personaje y a reflexionar sobre el drama de Lorca, «a dónde nos lleva la castración, la falta de libertad y de cultura», contó. El papel de Bernarda y el luto impuesto forman parte también de la reflexión que se puede trasladar al panorama actual dentro del mundo laboral: «Mujeres como Bernarda, que tienen que ejercer el poder como hombres porque no creen que puedan hacerlo como mujeres, perpetuando así el patriarcado», aseguró Trujillo.

Es de las primeras ocasiones en las que el elenco de este espectáculo representa la obra desde su estreno, algo que tratándose de Zaragoza, celebran con entusiasmo por recibir el «calor e interés del público zaragozano por el teatro».

Con una duración de 90 minutos, el público podrá disfrutar una vez más de este clásico de la dramaturgia, para recordar que la época de Bernarda y sus hijas no queda tan lejana, para mirarse a sí mismos: «Hay una Bernarda dentro de nosotros y es necesaria verla», contó Trujillo para reflexionar sobre los actos del personaje y medirse a uno mismo para no repetirlos en la vida diaria. «8 mujeres defendiendo a Lorca», como describió Luisa Gavasa, se subirán al escenario del Principal desde este jueves hasta el domingo, para contar el drama y no olvidar a otras tantas mujeres que sufren y sufrieron el machismo.