El Teatro de Robres ha estrenado este fin de semana su nuevo espectáculo Cucaracha, sangre, amor y muerte en los Monegros, basado en la novela de José Antonio Adell y Celedonio García, Cucaracha el Bandolero. Esta está inspirada a su vez, como su propio nombre indica en la vida del bandolero más famoso de Aragón, Mariano Gavín Súñer, interpretado en esta producción adaptada, montada y dirigida por Luis M. Casáus, por Roberto Nistal.

Junto a Nistal, actor con experiencia que lleva colaborando con el Teatro de Robres desde hace casi una década, pasan por el escenario los músicos José Bellosta y Antolín Santolaria. Estos son los encargados de poner la nota musical a la función pero a su vez interpretan a dos compinches del bandolero que ayudan a desarrollar una acción muy basada en las emociones.

La presencia en escena se completa con Ana Sus que toma el papel de Jobita, la enamorada del propio Gavín Súñer para el que Casáus ha reservado un papel clave ya hacia el final de esta producción. Algo que tiene que ver con un intento de cambio de vida del propio Bandido Cucaracha. Este Cucaracha, sangre, amor y muerte en los Monegros cuenta además con la voz en off de Rosa Márquez y se ha podido ver por primera vez este fin de semana ya que Sariñena acogió el estreno en una doble función el sábado mientras que ayer la compañía lo puso en escena en La Muela.

Luis Manuel Casáus decidió adaptar la novela de Adell y García al teatro durante el confinamiento del 2020. Él lo cuenta de este modo: «Hice el esquema dramático y senté las bases de lo que supuestamente sería la versión teatral. Y no me disgustó. Y me animé. Y en borrador diseñé las escenas que luego agrupé en actos y entendí que debía ponerme a redactar. Y desde la primera línea pensé en Robert (Nistal), en cómo le daría vida a mis palabras y pensé que la música que le pondrían José (Bellosta) y Antolín (Santolaria) para engrandecer el relato», explica en el propio dossier de la obra en un texto que concluye de manera significativa: «Llegado este momento ojalá disfrutéis del espectáculo tanto como he disfrutado yo. De corazón».