Hay situaciones que uno nunca imagina. Manuel de la Cueva nunca pensó que, en medio de la preparación de un concierto, dos agentes de la Policía Nacional reclamasen su presencia. El líder de Delacueva acompañó a los agentes y terminó la noche durmiendo en el calabozo de la comisaría de Moratalaza la espera de una declaración que tardó casi un día en llegar. Una historia fantástica, casi increíble, que se llevó por delante el primer concierto de Delacueva en Madrid.

«Estábamos preparándonos en el piso de Malasaña cuando llamaron al timbre», contó De la Cueva. La policía se identificó como tal y preguntaron por Manuel: «Me explicaron que había una orden del juzgado para que fuera a declarar, por lo que se me llevaban detenido». «Yo estaba flipando, porque no entendía nada, pero no me quedaba más remedio que ir con ellos», repasó De la Cueva. El camino se hizo extraño, porque nadie le explicó nada, y hasta que no llegó a la comisaría no supo qué hacía allí: «Se me acusaba de un delito de estafa en Valladolid». La sorpresa inicial duró poco, gracias a las explicaciones de su abogado, que le aseguró a Manuel que debía de ser un caso de suplantación de identidad, como finalmente se confirmó después.

Lo que pudo ser un malentendido de unos minutos se acabó convirtiendo en un problema de muchas horas. Al ser domingo, Manuel no podía declarar y pasó todo el día, desde las nueve de la mañana, en una comisaría del centro de Madrid. «He dormido en los calabozos de Moratalaz, a la que me llevaron a la última hora de la tarde, junto a tres personas», explicó De la Cueva, que calificó, su experiencia del pasado fin de semana como una situación «bastante heavy».

El lunes llegó con la libertad. A primera hora de la mañana, el líder de Delacueva llegaba por fin a los juzgados para declarar ante la jueza: «Se vio que solo coincidían mi nombre y mi DNI. El resto de datos, como la dirección de mi casa, que decía que vivía en Málaga; el teléfono o el correo electrónico eran falsos». En los fallos en las comunicaciones encontró Manuel las razones de su noche en el calabozo: «Al ser erróneos mis datos, las notificaciones para declarar no me llegaban, por eso la orden de detención». Como en las mejores películas policiacas, el músico utilizó su única llamada en comisaría para algo importante: «Llamé a mis compañeros del grupo, les dije que no se preocuparan por mí, porque aquello no iba hacia ningún lado y les pedí que fueran a Alcañiz a los Premios de la Música Aragonesa».

Delacueva tenía un ajetreado fin de semana con el estreno de su disco en Madrid y con los galardones aragoneses, a los que estaban nominados en las categorías de mejor grupo, mejor directo y mejor canción por El invierno en las Bahamas. «Si todo esto hubiera pasado un día después, el susto me lo llevo igual pero no se habría ido todo al garete», lamentó el líder de Delacueva, contento porque la «pesadilla ya ha llegado a su fin». El concierto de Delacueva se canceló ante la increíble situación de su líder – el grupo ya trabaja en la devolución de las entradas– y el resto de los componentes viajó hasta Alcañiz para recoger el galardón al mejor grupo en los Premios de la Música Aragonesa. «No sé cuándo, pero volveremos a Madrid», afirmó De la Cueva.

Después de uno de los momentos más extraños de su vida, Manuel descansó en Madrid en la casa de unos familiares, a la espera del tren con el que finalmente regresó a Zaragoza ayer por la noche: «Lo primero que hice fue ducharme y lavarme los dientes, que era lo que más me apetecía». Lo que no ha hecho De la Cueva es mirar mucho el teléfono, asustado por la cantidad de interacciones: «Tengo el móvil lleno de llamadas y mensajes. En cualquier momento va a echar fuego». El músico, que afrontó todo el problema con actitud estoica, admitió que después de que todo había pasado «empecé a notar el cansancio, como si saliese todo lo acumulado».

La vuelta a la normalidad del grupo llegará el próximo jueves día 24 con su concierto en el Palacio de Congresos de Huesca. Delacueva presentará ante el público oscense su primer álbum de estudio, que comparte nombre con la banda. «Celebraremos allí el fin de todo esto y el premio que ganamos la semana pasada», sentenció el músico.