La mirada de Goya y el sol anaranjado esperaban ayer, en el patio del Museo de Zaragoza, la llegada del público. Los asistentes al festival Trayectos, que celebra este 2021 su décimo octava edición, completaron el aforo y, pacientemente, se unieron al genio de Fuendetodos y al atardecer. El inicio del acto, con algunos minutos de retraso, llenó el lugar de música y baile.

Saltó a escena la compañía Esa gente y saltó el público de las sillas, en busca del mejor lugar desde el que atender al escenario. El primero de los integrantes del grupo, gaita y flauta en mano, unió el viento a la música electrónica que salía de los altavoces. Mientras, los otros dos bailarines, recorrían la tarima formando figuras, durmiendo y despertando, en una simulación de la salida de la sociedad del reciente confinamiento. La búsqueda de la libertad en una actuación, Per Se, que aumentó su velocidad conforme la función avanzaba.

Volvió la calma al Museo de Zaragoza con Vanesa Aibar, una de las bailaoras jóvenes más influyentes del momento. La andaluza hizo honor al nombre de la obra, La reina del metal, y apareció con cadenas atadas a su cuerpo. Un nuevo flamenco, que respetaba los orígenes de este arte, con la música eclipsada por los cencerros, las campanas y los eslabones de las cadenas.

Siguió presente el flamenco, aunque esta vez en un baile por parejas. El coréografo y bailarín Juan Carlos Avecilla, acompañado de José Ángel Capel, estrenó su espectáculo Du@l, una breve pieza sobre el primer encuentro entre dos hombres que se acompañan y se enfrentan. Fueron los dos bailaores los que pusieron la música: con los altavoces al mínimo, cuerpo, voz y la variada escenografía aportaron el sonido a un baile marcado, también, por los diálogos entre los dos protagonistas.

Cerró la tarde el zaragozano Miguel Ángel Berna. La Jota de Listz, con adornos del también zaragozano Alberto Artigas, fue la obra representada por el bailarín. Un espectáculo íntimo en el que Berna se quedaba solo, armado de sus castañuelas, frente al público del museo. Tanto protagonismo como la coreografía del aragonés tuvieron sus instrumentos, que marcaron el ritmo de la actuación y, por momentos, fueron el único sonido registrado en el patio. Berna mostró una pieza de cambiante ritmo, con figuras estáticas en el centro del escenario y rápidos movimientos en los costados.

Trayectos sigue con la celebración de su décimo octavo aniversario el sábado 26 en el Centro Cívico Valdefierro, a partir de las 20.00 horas. La navarra Led Silhouette, la aragonesa Ana Cotoré, el grupo UNAiUNA de Baleares y los madrileños Adrián Manzano y Diana Wondy pondrán la música y el baile en la penúltima cita del festival, que cerrará la edición el domingo 27 por la tarde en la plaza César Augusto.