Los dibujos del artista francés Lapin no han dejado de revalorizarse en los últimos años. Afincado en Barcelona desde hace tiempo, el ilustrador ha publicado 30 cuadernos de viaje sobre destinos como París, Japón, Cuba o Estambul, obras que han acabado por convertirse casi en reportajes etnográficos. Su talento ha aterrizado ahora en la capital aragonesa gracias a la iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Zaragoza, que le encargó un proyecto para dibujar la ciudad con total libertad. 

El cuadernista (o 'carnettiste' en francés) visitó durante dos semanas del pasado diciembre la capital y retrató sus lugares más emblemáticos: desde el Pilar, la Seo, la Aljafería o la Lonja, pasando por el ambiente de los bares de El Tubo o comercios centenarios como La Parisién. Su trabajo ha quedado plasmado ahora en un cuaderno de viaje de 96 páginas y 90 dibujos, una cuidada edición que ya está a la venta en los museos municipales de la ciudad y la oficina de turismo a un precio de 17 euros.

«En el momento de dibujar pensaba sobre todo en los zaragozanos, quería que le gente de aquí redescubriera su ciudad con otra mirada», ha explicado este lunes Lapin en la presentación del libro, celebrada en el Museo del Teatro de Caesaraugusta. Además de la belleza del urbanismo de la propia capital, el artista ha logrado recoger su espíritu y el de sus ciudadanos, ya que los dibujos están salpicados con los comentarios de los vecinos que le veían trabajar sentado en su pequeño taburete portátil. «Siempre intento trasladar la atmósfera del sitio al que voy, un poco como si fuera un periodista», ha apuntado Lapin, que logró traspasar esas barreras pese a la pandemia. «Con este proyecto he descubierto una ciudad que conocía poco y sobre todo he podido acercarme a sus vecinos porque al final estuve doce horas al día en sus calles. Me sentí muy cuidado por los zaragozanos, que se acercaban mientras dibujaba para preguntarme si tenía comida o si pasaba frío con una preocupación como nunca había visto; muy maternal», ha destacado.

Este pintor urbano ha recorrido muchos lugares acompañado de su estudio portátil: apenas un taburete, sus rotuladores y una pequeña caja de acuarelas. «Esa economía de medios también me permite moverme libremente y pasar casi desapercibido», ha reconocido Lapin, que ha detallado que primero inicia sus ilustraciones con rotulador y las concluye con acuarela. 

«Nosotros llevábamos muchos años soñando con un libro como este, desde que conocimos a Lapin en 2008. Quien lo pueda disfrutar va a poder callejear por el cuaderno y sentir la ciudad, ya que se aprecia muy bien el ambiente, la luz e incluso el sonido de las tertulias», ha subrayado la presidente de la asociación De vuelta con el cuaderno, Clara Marta.

En la presentación han participado la vicealcaldesa Sara Fernández y el gerente del patronato de Zaragoza Turismo, Conrado Molina, quienes han destacado el valor de contar «con una obra de arte como esta».