Más de 30 años de carrera le avalan. Miguel Ángel Julián, conocido como Soul Teller, comienza el próximo 10 de julio en Calatayud su gira de 2021. La vuelta a la actividad después de la pandemia devuelve al artista madrileño a su sitio: «Como en cada profesión, cada uno debe hacer lo que le toca: yo tengo que estar sobre el escenario». El viaje con su nuevo trabajo le llevará también a Andorra el 14 de julio y a Fraga el sábado 17.

Julián tenía claro que esta nueva etapa debía pasar por Aragón: «En la comunidad hay un público muy amable, cercano, al que le gusta las novedades». Tanta es la buena sintonía entre el grupo y nuestra comunidad autónoma que Julián consideró «imprescindible» ofrecer varias actuaciones en el territorio. Unos conciertos cercanos en el tiempo que incluyen algunas diferencias entre ellos: «Cambiamos algunas canciones del repertorio y la forma de interpretarlas: uno será en acústico, otro con piano, voz y percusión; y otro con piano, voz y guitarra».

La innovación en sus shows también es palpable en el proceso productivo. Julián lleva años afincado en Londres y trabaja, a su vez, con músicos en Madrid y productores de Memphis. El triángulo del soul funciona «gracias a las nuevas tecnologías», que permiten compartir los avances que cada artista realiza en sus obras. «Para grabar la voz sí que viajo a Memphis, porque ahí tienen unos micrófonos con un sonido único», destaca el músico. «El único problema es el cambio de hora, pero no nos molesta porque somos animales nocturnos», bromea Julián, contento por la forma de trabajar con sus compañeros y por el resultado de sus composiciones.

Julián se declara defensor de la cultura española, porque cree que «tenemos artistas, músicos, actrices… que son buenísimos en lo suyo». Cree, también, que lo que sucede con el soul no se entiende en Memphis o en Londres: «Muchos productores no comprenden cómo este estilo no suena en las radios convencionales de España». Julián concluye afirmando que «las instituciones deberían apoyar en todo momento, y no solo para la foto» y que la solución pasa por potenciar el talento: «Igual que llevamos a una selección española a las competiciones deportivas, hay que llevar a los artistas españoles a los lugares donde se hace la mejor música».

Con una trayectoria dilatada y asentado como una de las referencias españolas –dentro y fuera de nuestro país- en su género musical, Julián defiende el desarrollo de los artistas nacionales en inglés: «El soul tiene que sonar en inglés, es el idioma universal». El músico, criado en Torrejón de Ardoz, tiene claro que comenzó a cantar en este idioma porque su madre «traía discos estadounidenses de la base americana». Desde muy joven pegado a los instrumentos, el arranque de su carrera llegó con Juan de Pablos, mítico locutor de Radio 3: «Fue mi mentor, el primero que medio una oportunidad a mí con mi primera maqueta». La buena progresión del grupo, al que Julián considera «de culto», ha hecho de Soul Teller un proyecto que ha colaborado con algunos de los mejores artistas del género: Percy Sledge, Bonnie Tyler o Solomon Burke compartieron escenario con Miguel Ángel Julián. El artista madrileño puede presumir también de ser el único músico español en haber trabajado con Willie Mitchell, productor de Aretha Franklin o Elvis Preley, entre otros.

Soul Teller llega a Aragón para recuperar el tiempo perdido por la pandemia, «aunque he aprovechado para componer y crear», y para presentar su último sencillo: Be-bah-bah. La canción, que recrea algunas escenas del El planeta de los simios, tiene un ritmo alegre pero lanza una advertencia a la humanidad: «Quiero que la canción cree conciencia, porque tenemos que cambiar para darnos cuenta de lo que le estamos haciendo al planeta». «La canción muestra que, hasta que no venga alguien de otro planeta, no actuaremos para mejorar lo que le estamos haciendo a la Tierra», sentencia Julián.

El mejor soul nacional llega a Calatayud, Andorra y Fraga para demostrar que el género sigue muy vivo en España. Miguel Ángel Julián, conocido como Soul Teller, tiene clara su misión en esta nueva gira de conciertos: «Tocar el alma del público asistente»