Tras un breve período de inactividad achacable a la pandemia vuelven las Noches Mágicas donde debatir sobre magia, misterio y creencias a lo largo de la historia en tierras aragonesas. Serán cuatro noches, del 12 al 15 de julio, a las 22.00 horas y en el jardín que el Instituto de Estudios Altoaragoneses posee en la calle del Parque de la capital altoaragonesa.

“Las Noches Mágicas surgieron a finales de los 90 –afirma su coordinador, Ángel Gari- y llevamos más de cien conferencias abordando temas sobre creencias, magia, religión y misterio. A lo largo de este tiempo, hemos conseguido convertirnos en un referente importante de las noches de verano de la capital oscense. Se trata de uno de los acontecimientos donde hay más participación ciudadana”.

Para Ángel Gari, las Noches Mágicas son “una simbiosis entre el IEA, la organización y los conferenciantes, con la participación necesaria del público. Sin ellos, las Noches Mágicas no serían lo que son”. De promedio, en las ediciones previas a la pandemia, tenían una asistencia media entre 180-200 personas. “Este año la afluencia de público se adecuará a las condiciones que impongan las autoridades sanitarias, 50 personas y por orden de llegada”, aseguró. “Nuestro espíritu continúa siendo el mismo y, tras la conferencia inicial, seguiremos invitando a los asistentes a entrar en un interesante debate entre conferenciante, organizadores y el propio público asistente”, finalizó.

El coordinador de las Noches Mágicas recordó que a lo largo de las más de veinte ediciones que llevan en marcha “han intervenido gentes de la literatura -Javier Sierra, Luz Gabás-, expertos en historia, en antropología o expertos de la tradición oral… y hemos procurado que no se repitieran temas y tampoco conferenciantes. Si alguno ha repetido, seguro que han pasado muchos años entre ambas conferencias.

El programa de este año es muy diverso en contenidos. Entre otros asuntos, los conferenciantes hablarán de los encantamientos practicados por las mujeres medievales, de las creencias mágicas recogidas en la tradición oral de Aragón, de las devociones populares o del significado de los amuletos durante el Imperio Romano. El programa es el siguiente:

►12 de julio. 22.00 horas.

●Francisco Marco Simón. Catedrático de Historia Antigua, Universidad de Zaragoza

Los amuletos en el Imperio romano. En la antigüedad se pensaba que los males y la enfermedad se debían a los maleficios y conjuros existentes contra las personas que los padecía o contra sus bienes, y eso explica la importancia que los amuletos protectores tenían en aquellas sociedades.

►13 de julio. 22.00 horas.

●Cristina Pérez Galán. Doctora en Historia por la Universidad de Zaragoza

Secretos de mujeres: remedios, saberes y encantamientos de las cristianas, judías y conversas en la Baja Edad Media. Se hablará de encantamientos, tradiciones y remedios, de los saberes de las mujeres –también llamados secretos- y de cómo se compartía y se transmitía el conocimiento a través de libros, recetas y manuales de belleza que han llegado hasta nuestros días.

►14 de julio. 22.00 horas.

●Nereida Muñoz Torrijos. Investigadora tradición oral. Profesora IES Gallicum de Zuera

Si vienes para mal, no pases del portal: creencias y supersticiones en Aragón. La oralidad ha sido una fuente inagotable de creencias y costumbres relacionadas con la protección del hogar y del individuo, y los rituales asociados a la brujería, la curandería y los remedios tradicionales. La recopilación de esto saberes populares confirma la necesidad del ser humano de buscar una explicación a todo lo que acontece a su alrededor.

15 de julio. 22.00 horas.

●Juan Postigo Vidal. Historiador y escritor. Doctor en Historia Moderna Universidad de Zaragoza. IES Antonio de Ulloa

●Devociones populares y ostentación intelectual: el uso de relicarios en Zaragoza durante los siglos XVII y XVIII. Durante la Contrarreforma todas las regiones del occidente católico, con el fin de difundir y afianzar sus posturas ideológicas y espirituales, optaron por un absoluto vuelco hacia los recursos visuales, haciendo que las imágenes de culto un nuevo valor hasta entonces no imaginado.