Adrián Roma es el vocalista del grupo de rock Marlon, que este verano viaja a decenas de ciudades de España con su gira, 'Tequila y Candela', nombre también de un single que acaba de conseguir el disco de platino.

'Tequila y Candela' habla de amor, alegría, ¿expresa su filosofía?

No creo que tengamos una filosofía. Hacemos las letras que nos salen, y depende del estado de ánimo en que estemos, pero no hay ningún croquis para hacer canciones.

Sacan un tema para este verano, 'Malas hierbas', ¿qué lo inspira?

Habla de todos estos años. De nuestras malas hierbas, nuestras malas noches, nuestros días de farra, toda la movida que hemos tenido para llegar hasta aquí, los jaleos en los que nos hemos metido y las cosas que llevamos dentro.

¿Cómo han madurado como grupo desde que empezaron?

Cuando empezamos hace siete años éramos más chavaletes. Queríamos ser rockeros a toda costa, éramos más canallitas, más macarrillas. O eso era la idea que queríamos dar, y creo que era por miedo a ser quienes realmente somos. Va pasando el tiempo, haces giras, ves como funciona todo, va habiendo más gente y vas cumpliendo años. Todo eso te va madurando para hacer canciones más universales, e ir desvistiéndote y sacándote esos escudos, esas corazas de miedo a enseñarte al público y de qué puedan pensar de ti. Al final lo que aprendes es a ser tú mismo, y cuando lo eres creo que a la gente le gustas más.

¿Y se hace mejor música?

Sin duda. Antes hacíamos canciones un poco más niñatas, más infantiles, y con letras más absurdas. Cada vez escribimos canciones mejores, más maduras y más universales.

¿Qué quieren explorar de cara el futuro, musicalmente?

Nosotros no nos cerramos ninguna puerta. Queríamos ser rockeros porque esos eran los grupos que nos molaban, pero con Tequila y Candela de repente hicimos una rumba y fue de los temas que más funcionó. También hemos aprendido eso: si sale una rumba sale una rumba, si sale una balada preciosa, sale. No ya tenemos miedo a ver qué pasa ni queremos encasillarnos en un sitio fijo.

¿Cuáles eran sus referentes a la hora de querer ser rockeros?

La música que siempre escuchamos eran Los Rodríguez, Andrés Calamaro, Tequila... Escuchamos Hombres G un montón, Sabina, mucho rock argentino. Nos encantaba Pereza que también ha bebido de ahí. El Canto del Loco, Loquillo, Los Secretos, Fito, MClan. Hemos bebido de todos esos y con ellos hemos hecho la pócima de Marlon. Después de tantos años creo que la hemos encontrado, porque al principio estás más perdido, no sabes por dónde tirar, no encuentras tu voz, tu sonido, lo que quieres ser. Lo vas encontrando con los años hasta ya verte ahora, hacer una canción y que la gente sepa que es Marlon, que creo que es lo más difícil en la música.

Los jóvenes de 15 años quizás estén más con el trap que con esos referentes. ¿Llegan a ellos? ¿Los adolescentes siguen escuchando rock?

Sí, sin duda. Hay una moda muy fuerte de trap y reguetón, pero las modas se acaban pasando. Creo que la música que hacemos, y la de los grupos de los que he hablando, nunca pasará de moda; la escucharán mis hijos y los hijos de mis hijos. Esa música siempre está ahí, y a los conciertos a los que se va son los de música que es tocada. La gente que hace trap hace algún concierto, pero no van con su banda en directo porque no es música para tocar.

¿Qué necesita entonces una música para perdurar?

Yo creo que se necesitan canciones bonitas que te cuenten algo. Un tema de trap o reguetón hablan de tías, de noche, de beberte, de comerte... De lo mismo. No son letras que perduren. Pero una de Sabina está contando una historia preciosa, real, y tiene que perdurar en el tiempo. La escuchas y te emocionas, te lleva a algún lugar. Lo otro es simplemente baile y perreo.

Ahora muchos artistas solo sacan singles. ¿Ustedes siguen pensando en formato disco?

Sí, en la cuarentena hemos grabado un disco completo, con dos colaboraciones importantes, y lo vamos a sacar después del verano. Queremos sacar disco. Antes sacas un par de singles para ir calentando la salida, pero somos un grupo de disco. Vamos a sacar hasta edición vinilo.

¿Por qué son un grupo de disco?

Al final, lo que nos gusta es escribir. Si me paso un año en casa, al acabar tengo cincuenta canciones, y me apetece sacar un álbum y contar más de una historia a la vez, envuelta en un paquete chulísimo para que sea algo más que una canción. Que la gente pueda tocar el disco, cogerlo y pasar de una canción a otra... Yo he crecido con discos y vinilos en casa, con mis padres. A día de hoy en mi coche tengo un montón de discos y en casa escucho vinilos. Trato de comprar siempre los discos que me molan; me gusta escuchar uno completo.

¿Qué tipo de historias les resultan más interesantes que contar? Quizás existe el tópico de que los temas tristes generan letras más interesantes.

Depende. Es lo que decía antes: depende de tu estado anímico y las cosas que te pasen. Nosotros tratamos siempre de hablar de cosas que nos pasan pero de modo que cuando escuches el tema pienses “esta canción me la hizo a mí” porque también te está pasando a ti. Puede ser un tema de amor: más triste, de pérdida de algo; de buen rollo de colegas; de una novia que te dejó... Puede ser un montón de historias, pero lo que intentamos transmitir a la gente es que parezca que la canción se la estamos haciendo a todos ellos. Creo que lo más emocionante y chulo de la música es cuando alguien de repente te escribe diciéndote que la canción se lo has hecho para él, es la magia.