Los trabajos de excavación llevados a cabo durante este verano en el yacimiento del Cabezo de San Pedro de Oliete (Teruel) han permitido localizar hasta tres fases en la construcción de las defensas del poblado, que podrían alcanzar hasta ocho metros de profundidad en su línea interior.

Esta constatación supone el punto de inicio de un proceso complejo para definir la cronología del yacimiento en las próximas campañas, sobre todo en esa línea interior que aún debe ser documentada estratigráficamente entre lajas de piedra caída muy poco consistente.

Durante los meses de junio y julio los trabajos impulsados por la institución provincial y el Parque Cultural del río Martín, dirigidos por Sara Azuara, Beatriz Ezquerra y Jaime Vicente, han tenido un carácter multidisciplinar, para ampliar de forma muy significativa el conocimiento de la cultura ibérica en el Bajo Aragón, su periodo de formación y el desarrollo de la civilización entre los siglos V a.C. y el siglo I a.C.

Las excavaciones en la parte superior de las estructuras defensivas para conocer el trazado, composición, técnica constructiva y estratigrafía de las líneas de fortificación del poblado, han permitido localizar también una línea de fachada de dos viviendas y de una de las calles interiores. Además, los trabajos se han centrado en la excavación parcial de la necrópolis de la primera Edad del Hierro, vinculada a las primeras fases de la ocupación del cabezo.

Las excavaciones en la parte superior de las estructuras defensivas han permitido localizar hasta tres fases en la construcción de las defensas. La primera, una línea primitiva con presencia de dos torreones, que fue arrasada y ocupada por construcciones de habitación en las fases finales del poblado. Sobre esta línea primitiva, cuya cronología aún no se puede precisar, se construye una segunda muralla, muy ataludada, que anula uno de los torreones y mantiene parcialmente activo otro de ellos. Posiblemente, en el siglo III a. de C., se construye el sistema actualmente más visible, formado por un notable lienzo de muralla y torreones de gran potencia y altura. Se ha podido constatar que en la última fase del yacimiento, posiblemente en los siglos II - I a. C., se desmantela parcialmente la muralla y sobre sus ruinas se construyen nuevas edificaciones, con suelos de arcilla y hogares donde se ha localizado vajilla de cocina.

El director del Museo de Teruel y codirector de la excavación, Jaime Vicente, ha explicado que con el estudio del yacimiento del Cabezo de San Pedro "se puede conocer mejor la evolución de la cultura ibérica, desde los periodos de formación a las etapas centrales y el momento final en el que las poblaciones ibéricas van entrando en la dinámica del ámbito romano".

Precisamente, al comienzo de la campaña se lleva a cabo un trabajo de prospecciones magnéticas y mediante georradar que, en sus resultados iniciales proporcionados por la empresa, han localizado 130 posibles túmulos con una gran diversidad en cuanto a tamaño, todos concentrados en la zona occidental del sector extramuros.

Fuera de la fortaleza habría también 32 hornos cerámicos e incluso alguno metalúrgico que desvelan una auténtica zona fabril. En cuanto al interior del poblado, se ha podido detectar potentes niveles de incendio, relacionados con los hogares, que permiten establecer un esquema aproximado de la distribución de viviendas y calles.

En su visita a las excavaciones, el presidente de la Diputación provincial de Teruel, Manuel Rando, quiso poner el acento en la ampliación del tiempo de trabajo y la utilización de medios como el georradar, "que ha proporcionado una información muy valiosa para valorar la importancia del yacimiento y planificar futuras actuaciones, tanto en San Pedro como en el cercano yacimiento de El Palomar o en los alrededores de la villa romana de Urrea de Gaén, con el apoyo de su ayuntamiento".

"Supone una apuesta seria de este equipo de gobierno por avanzar significativamente en el conocimiento de este y otros yacimientos, en su puesta en valor y futura musealización para convertirse en una referencia cultural y en un revulsivo turístico y económico", apuntó el presidente.