"A mi abuelo lo suicidaron la noche del 17 de abril de 1939, dos semanas después del fin de la Guerra Civil española". Así comienza El último cuento. De abuelos y cunetas, la crónica de May Borraz en la que narra cómo descubrió la verdad sobre la muerte de su abuelo en el municipio turolense de Andorra; y su trabajo para recuperar los restos de su antepasado.

El libro de Borraz narra su historia a través de un diálogo entre la autora y su abuela, a la que va contando los diferentes avances en su particular investigación, además de narrar el proceso de escritura de la propia novela: "Los libros de la Guerra Civil echan un poco para atrás y este recurso lo hace más humano y cercano". También, El último cuento es el diario de la búsqueda de Sebastián, pues Borraz cuenta que "lo fui escribiendo según sucedían los hechos, sin reescribir los capítulos anteriores". Un diario con una temática complicada, que cambiaba el ritmo de escritura: "Había días en los que no podía escribir por el dolor de los descubrimientos, y otros en los que no podía parar por las gana de contar las novedades".

La muerte de Sebastián en Andorra estuvo rodeada de misterio hasta que May quiso investigar: dentro de su familia, había hasta tres versiones diferentes sobre cómo su abuelo murió en 1939. "Gracias a las entrevistas que hice mientras escribía el libro, pude confirmar una versión final", cuenta Borraz, contenta porque su novela haya cumplido su principal objetivo. Sin embargo, la escritora lamenta no haber podido mostrar su descubrimiento a su abuela y a sus tíos, que fueron fuentes de información fundamentales para el relato.

Lejos de centrarse en el siglo pasado, El último cuento viaja constantemente al presente para demostrar cómo la Guerra Civil sigue teniendo poso en nuestros días: "Odio cuando hablan de abrir heridas". Ante sentencias de este tipo, Borraz mantiene que hay que seguir "hablando e investigando" sobre estos temas.

La búsqueda del cuerpo del abuelo de Borraz no podría haber sido posible sin la intervención de la ARMH (Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica): "Son voluntarios, gente que quizá no tiene familiares en esta circunstancia". Para la escritora, ARMH cumple una función que "debía haber hecho este país hace mucho tiempo". Todos los beneficios de su novela, que se puede conseguir en Amazon, están destinados a los diferentes proyectos que desarrolla esta asociación.

Uno de los capítulos de El último cuento tiene como invitado a Mariano Rajoy, a raíz de unas declaraciones sobre la memoria histórica: "Me dolió mucho, porque del olvido a la humillación hay un trecho". Borraz cree que la reciente ley de Memoria Democrática, propuesta por el actual Gobierno, es "mucho mejor que lo que había antes" pero puede contar problemas: "Si se aplica lentamente, puede caer en agua de borrajas y desaparecer si hay alternancia en el Gobierno".

Borraz defiende que la historia y la justicia deben ser los pilares en los que se debe apoyar la búsqueda de los desaparecidos. "Hay que conocer la historia para no cometer los mismos errores", comenta la autora, que sentencia que "no se puede construir un Estado democrático sobre tanta injusticia"