La tarde del domingo tuvo lugar en Huesca otro de los esperados conciertos organizados por la Diputación Provincial de Huesca desde el XXX Festival Internacional en el Camino de Santiago. Esta vez fue el turno de Eloqventia y se celebró en el exterior de la ermita de Nuestra Señora de Salas. Alejando Villar, director de la formación, comentó que les hacía especial ilusión presentar el programa Poder a Santa María, de Cantigas de Alfonso X el Sabio, en el mismo lugar que sirvió de inspiración. Una selección de ocho piezas dedicadas a la Virgen de Salas, y cuatro estampidas, que, según explicó, es la forma instrumental por excelencia del Medievo.

Una gran variedad de instrumentos antiguos circularon por el escenario, y al ser estos réplicas perfectas de los originales, exigían a los músicos algo de tiempo para afinarlos entre algunas de las piezas, ya que el concierto comenzó a la luz del día y terminó de noche, y el cambio de temperatura les afectó inevitablemente. El público esperó escuchando las explicaciones de Alejandro Villar, que amenizaba este tiempo con simpatía compartiendo conocimientos a los asistentes.

Les explicó cómo los lutieres se habían servido de la iconografía antigua para poder reproducir estos instrumentos medievales. Representaciones pictóricas halladas tanto en las propias miniaturas que decoran los dos códices de las cantigas que se conservan en el Escorial, como algunas encontradas en los pórticos de catedrales, siendo el más famoso el Pórtico de la Gloria, de la Catedral de Santiago de Compostela. Esta iconografía no solo sirvió para construirlos, sino también para entender cómo se tocaban. Y gracias a ese trabajo, comentaba Villar, ahora son capaces de interpretar este tipo de repertorio. Y nosotros de escucharlo.

Otro de estos momentos sirvió para conocer los nombres de algunos de estos curiosos instrumentos. Así los espectadores conocieron que David Mayoral se encargaba de la percusión, que lo que tenía a su lado eran campanas medievales, que iba variando entre distintos tipos y tamaños de panderetas, que también tocó el darbuka (de origen oriental) y el dulcimer (el tatarabuelo del piano). A su lado, Efrén López interpretaba las piezas con el ud (el instrumento medieval árabe por antonomasia), la cítola (un instrumento también de cuerda pulsada de origen cristiano), el arpa y la zanfona.

Lixsania Fernández mostró maestría haciendo sonar su viella (similar a un violín moderno), mientras que Alejandro Villar hacía lo propio con una zanfona medieval, y variados tipos de flauta, destacando una flauta fabricada en un cuerno, y su flauta doble, un modelo que dejó de usarse una vez llegado el Renacimiento. Y en medio de la formación se encontraba Gabriel Díaz, transportando al público con su voz a aquellas épocas antiguas. Con los asistentes en pie y entre aplausos, Eloqventia tuvo a bien regalar una última pieza fuera de programa antes de despedirse. La formación interpretó una cantiga perteneciente a otro de sus repertorios. En concreto, la cantiga 217 inspirada en Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga, Palencia.

Reivindicación por la música y el talento

Alejandro Villar, asegura que poco a poco esta música antigua va reclamando y consiguiendo el lugar que le corresponde, pero reivindica más apoyo para los suyos. "Las formaciones historicistas cada vez ocupan un lugar mayor en las programaciones de festivales, pero sigue habiendo bastante desproporción entre los conciertos programados de música barroca y aquellos que se dedican a los repertorios anteriores: Renacimiento y, sobre todo, Medievo", comenta el director de Eloqventia. El músico leonés afirma que “tengo la suerte de colaborar con músicos de primerísimo nivel y comprobar que la calidad de los intérpretes españoles de música antigua es enorme. Por eso, y teniendo en cuenta la terrible situación vivida a raíz de la pandemia, es más importante que nunca que los programadores apuesten por formaciones españolas y ayuden a todos esos grupos que están luchando por salir adelante y desarrollando su actividad en condiciones francamente difíciles”.

Explica que lógicamente se ha notado la mejoría en comparación con el año anterior, pero que a principios de 2021 todavía seguían sufriendo aplazamientos de conciertos, que afectan fuertemente a todo aquel que trabaja como freelancer. De la misma forma, Alejandro reivindica a esos músicos y poetas anónimos que trabajaron para el rey Alfonso X en la elaboración de sus cantigas: “Provenientes de diversos puntos de la península y de países vecinos, son el mejor exponente del crisol cultural de la época, pues reflejan a la perfección las influencias andalusí y sefardí en el ámbito cristiano”.

El también profesor en el conservatorio de Gijón, destaca asimismo la importancia de las rutas de peregrinación, y especialmente el Camino de Santiago ya que “son fundamentales para entender la cultura y la música medieval. Se convirtieron en centros neurálgicos que inspiraron muchas de las creaciones de la época”. De hecho, algunas de las cantigas que interpretaron anoche en Huesca narran “milagros que tienen como protagonistas a peregrinos sanados por intercesión de la Virgen de Salas. Por eso es importante otorgarles el protagonismo que merecen, independientemente de que sea o no Año Jacobeo, como parte esencial de nuestro patrimonio”.