Un centenario, aunque sea de un fallecimiento, se debe celebrar. Villanueva de Gállego, en colaboración con Hacedor de proyectos, trabaja en el Año Pradilla, un homenaje a su vecino más universal, el pintor Francisco Pradilla. El recuerdo a su obra quedará para siempre en el ayuntamiento de la localidad gracias al trabajo de Alva y Chalo Moca, dúo artístico compuesto por los hermanos Álvaro y Gonzalo Moreno Causapé.

Los dos artistas, afincados en Huesca, no tienen una relación estrecha con Villanueva de Gállego, pero estuvieron interesados en participar en el homenaje en cuanto surgió la propuesta: "Cuando Toño Monzón, de Hacedor de proyectos, nos comentó la idea, nos pareció muy buena", señala Alva Moca. La idea, convertida en un mural enorme, fue un reto, porque, dicen, era "la primera vez que hacíamos un retrato", afrontado "con mucha motivación, porque gusta enfrentarse a una pared tan grande", confiesa Alva Moca. Los artistas también vieron "interesante" reinterpretar "a otro artista". "Estamos muy contentos con el resultado final", sentencia el pintor. 

El objetivo de la obra también estuvo claro desde el principio porque ambos hermanos lo plantearon como "una reinterpretación, mucho más contemporánea, de un autorretrato que se había hecho el propio Pradilla". El toque personal llegó con el estilo, marcado por las formas y los vivos colores, porque "quisimos llevarlo a la forma de componerlo, jugando un poco con los límites de la realidad", trabajando en un proceso que se basa en "la descomposición, volver a componer y utilizar una paleta de colores que no se parezca en nada a la utilizada en el autorretrato original". 

La actualización de la obra es clave para Fratelli Moca. Como indica Alva, su mural necesitaba "tener una nueva mirada", aunque sin perder la esencia del artista homenajeado. La presencia de Pradilla es mucho más profunda que la elaboración de un nuevo retrato, marcado por sus características gafas ovaladas y su gorro de pintor. Algunos de sus cuadros y composiciones más famosas tienen su espacio en el mural que ahora adorna el Ayuntamiento de Villanueva de Gállego. "Lo primero es la silueta de Pradilla, pero en su interior se pueden ver distintos episodios y varios de sus cuadros", explica Moca. Pradilla fue un pintor experto en retratar a la familia real y algunos episodios de la Historia de España, por lo que personajes como Juana la Loca o Fernando el Católico; o acontecimientos como La rendición de Granada tienen su espacio particular en la obra de Fratelli Moca. Villanueva de Gállego, con las torres de su escudo, también está representada. 

En los laterales del cuadro, una especie de marco, que es "un juego que nos interesaba bastante, poder encerrar un cuadro dentro de un cuadro". El broche final lo pone la palabra Pradilla, en rojo, que confirma el homenaje al pintor aragonés de la composición. 

Un mural enorme que, aunque no lo pretenda, puede ser la puerta de entrada del público general a la obra de Francisco Pradilla: "Puede ser una introducción y la gente, si quiere investigar, puede conocer la obra de un artista internacional como lo fue él". Alva Moca lamenta que la figura de este pintor zaragozano "no sea tan conocida, porque nos limitamos a Picasso o Dalí", y que es interesante volver a fijarse en un artista que fue "top" durante toda su carrera artística.

Cien años después de la muerte de Pradilla, poco se parece el sector artístico en el que se mueven Fratelli Moca al que vivió el homenajeado. Sin embargo, el arte siempre tiene bonitas casualidades que conectan a los artistas, incluso con un siglo mediante: "En el autorretrato que recordamos, Pradilla tenía 39 años, la misma edad que tengo yo ahora". Alva Moca vio que tanto él como Chalo Moca, su hermano, que tiene 41 años, «coincidíamos en el mismo momento vital en el que estaba Pradilla cuando se retrató».

La obra, que ya se puede ver en la pared del Ayuntamiento de Villanueva de Gállego, no ha tenido una presentación al uso, a causa de la pandemia: "Es una pena, pero ya nos hemos acostumbrado a este tipo de situaciones, a no tener actos de inauguración". Pese a todo, un siglo después de su muerte, Pradilla está de vuelta en Villanueva de Gállego.