Diego Galaz, de Fetén Fetén lo tiene claro: «La sonoridad de los violines trompeta y los serruchos son muy acordes a la estética del cine de Fesser». Por eso, prosigue el músico, no tienen «la sensación de colar algo que no pega, todo lo contrario». Y es que el dúo (la otra mitad del mismo es Jorge Arriba) aterriza este viernes (22.30 horas) en Murillo de Gállego para ponerle música en directo a la proyección de la película El milagro de P. Tinto, de Javier Fesser (con el director presente), en una de las citas más esperadas del Festival Manhattan, que ha colaborado con Retina para la producción de este espectáculo.

«Para mí generación fue una película muy impactante así que el poder proponer nuestra visión musical y una nueva banda sonora para ella es un regalo y una responsabilidad porque nos importa mucho la película y que lo que hagamos sea apropiado», explica un Diego Galaz, que habla también del proceso que han seguido: «Hemos tratado de mantener la estructura, sobre todo de la música más incidental y seguir los tiempos que marcaba. A partir de ahí, hemos adaptado nuestro universo, nuestra música y nuestra forma de entender la historia». 

Pero, ¿qué es lo más complicado? «Nosotros no trabajamos con los códigos de tiempos, hemos hecho un trabajo de memorizar y tenemos unas referencias para parar. Tenemos claros los sitios y lugares pero tenemos un margen tanto en dinámica como en tempo para que según el día y lo que nos apetezca, adaptar la banda sonrosa. Hay un trabajo arduo de referencias y metraje detrás y de intentar cuadrar los momentos», reflexiona el músico.

Fetén Fetén también tiene claro cuál es su lugar en la actuación de este viernes: «No puedes ser más protagonista que la película aunque es inevitable que la gente te mire y creo que eso también le dota de más emoción. Si fuera una película aburrida, se correría el peligro de atender más a los músicos pero en una tan intrépida, la gente nos va a mirar solo de reojo», asegura Diego Galaz, que ahonda también en la importancia de las bandas sonoras en el cine puesto que ellos ya han grabado un buen número de ellas: «Creo que los instrumentos que llevamos son muy apropiados para este tipo de películas. El problema es que ahora muchas bandas sonoras se dirigen a la canción que va a triunfar en la música indie, otras están hechas por ordenador... y hay que reivindicar que la música era un personaje más con Hitchccok, Cassavetes… y se trataban como tal. De hecho, muchas escenas se rodaban a partir de la música. Nosotros intentamos recuperar esa esencia donde la música manufacturada siempre juegue a favor más allá de la música procesada». En ese sentido, ellos ya saben que Fesser les conoce y «le gusta mucho nuestro universo así que ojalá podamos grabar en el futuro una banda sonora de una película suya. A nosotros nos gusta soñar».