Hace ya 20 años que Ixo Rai! decidió poner punto y final a una «divertida, alocada y maravillosa» aventura. Esa que les llevó a llenar hasta la bandera el Príncipe Felipe en 1996 o el antiguo recinto de Interpeñas en 1997 con su acertada mezcla de folk aragonés y rock. Dos décadas después, nadie ha llenado su hueco y son muchos los que añoran su ya mítico 'mondongo'. Su regreso, no obstante, parece harto complicado y sus seguidores tendrán que conformarse por ahora con la biografía que acaba de publicar el bajista del grupo Alfonso Urben, un libro que narra «desde dentro» las anécdotas y recuerdos que acompañaron a la banda desde su formación en 1988 a su separación definitiva en 2002.

«Siempre he tenido buena memoria y quería plasmar todas esas vivencias e historias para que no se quedaran en el olvido», explica Urben, que comenzó a redactar el libro por iniciativa propia con el beneplácito de todos los integrantes. De hecho, son ellos los encargados de poner el epílogo a 'Ixo Rai! ¡Bendita fue la hora!'. El libro ya puede encontrarse o solicitarse en las librerías y el próximo 25 de septiembre se presentará oficialmente en la feria del libro aragonés de Zaragoza.

Si hay algo que tenía claro el bajista y miembro fundador del grupo es que solo iba a plasmar «los buenos momentos». «Además, no tuvimos demasiadas rencillas. Hemos mantenido una buena relación y nos seguimos juntando de vez en cuando», indica. Hasta su disolución fue amistosa, fruto del desgaste personal, la decisión de algunos de sus miembros de centrarse en sus carreras profesionales y la caída de ventas de su último álbum en comparación con los anteriores. Porque no hay que olvidar que la industria discográfica comenzó a tambalearse en esos años. «Hay que reconocer que fuimos unos privilegiados porque lo dejamos en el momento justo. De todas formas, todo lo que ganamos nos lo gastamos en esa época; no creo que nadie pudiera ahorrar algo», señala entre risas Urben, que destaca que entre todos sus discos llegaron a vender más de 100.000 copias.

Si algo caracterizó al grupo fueron sus directos llenos de cachondeo, fiesta y ganas de bailar. Como asegura Joaquín Pardinilla en el prólogo del libro, Ixo Rai! fue uno de los primeros grupos en la comunidad en tener «un auténtico y genuino ‘chou’». «La verdad es que nos lo pasábamos en grande encima del escenario y sabíamos transmitir ese buen rollo al público», reconoce el bajista.

El grupo junto a su furgoneta en una imagen de 1993. JAIME GALINDO

Sus ganas de pasárselo bien y su humor somarda no se quedaban solo en los escenarios, sino que inundaban su día a día, algo de lo que da fe el libro de Urben, que está plagado de anécdotas. Como la que vivieron con el lechón que compraron en una granja de San Mateo de Gállego para retratarlo junto a ellos en una sesión fotográfica, las andanzas en sus mejores conciertos o la que recuerda la creación de su mítico tema '15 de agosto'. «Al principio iba a quedarse como una canción instrumental, pero luego le pusimos letra y el tema pasó a pertenecer al pueblo», subraya Urben, que recuerda que «más del 50%» de sus composiciones llevaban la firma de Fidel Ángel Vicente, mientras que 'Jota' y 'Flip' solían encargarse de las letras.

Precisamente, la reivindicación de sus canciones fue otra de las señas de identidad del grupo zaragozano, con letras que abanderaron el aragonesismo o la insumisión. «Hoy no podríamos decir con libertad todo lo que dijimos entonces», considera Urben, que destaca que las 116 páginas del libro están llenas de fotos inéditas.

Además de sus andanzas, el libro también narra el espontáneo origen del grupo, que nació casi por accidente. Unos comienzos en los que José Antonio Labordeta fue clave. «Nos vio tocar, le gustó lo que hacíamos y gracias a él grabamos nuestro primer álbum, porque nos presentó a su discográfica», recuerda.

Poco a poco, Ixo Rai! inició un camino que les llevó a recorrer todos los pueblos de Aragón y posteriormente a girar por Cataluña, Andalucía, Madrid o País Vasco. «A partir de 1998 la cosa empezó a ir más en serio y dejamos nuestro trabajos para dedicarnos plenamente a la banda; hubo años que llegamos a hacer casi 90 conciertos», destaca Urben, que recuerda las palabras que dijo una vez 'Jota', el cantante del grupo: «Siempre pensaremos que pudo durar más, pero nunca pensamos que iba a durar tanto».

Lo que parece claro ahora es que un posible regreso de la banda zaragozana es casi una misión imposible. «Yo creo que eso está totalmente descartado. Algunos hemos seguido con nuestras carreras musicales, pero otros hace 20 años que no tocan ni cantan. La verdad es que lo veo muy difícil», concluye Urben.