El próximo 17 de octubre se cumplirán 150 años del nacimiento de Segundo de Chomón, cineasta de los orígenes, pionero de los efectos especiales y turolense. Considerado durante demasiado tiempo «el pequeño Méliès español», su figura no ha sido lo suficientemente reconocida. Tampoco en Aragón. Ahora, el Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel va a impulsar una serie de actos con motivo de la efeméride, una gran ocasión para poner en valor su obra y sus logros. Entre esas actividades destaca la publicación de una nueva biografía escrita por el investigador Iván Núñez.

Muchos aguardan con interés que vea la luz (lo hará antes de final de año) porque la vida de Chomón sigue siendo un auténtico misterio. "Ya han fallecido, pero si su hijo o su nieto pudieran leer el libro se quedarían muy sorprendidos", asegura Núñez, que recuerda que no se conservan entrevistas suyas, ni cartas o diarios.

Discreto y anónimo, Chomón rehuyó cualquier tipo de autoría, aunque jugó un papel clave en los inicios del séptimo arte. El turolense nacido en 1871 realizó importantes avances en el campo de la animacion, los efectos especiales y el coloreado. Intervino en más de 100 películas, fue contratado por las más importantes empresas cinematográficas y desempeñó un papel fundamental en filmes históricos como Cabiria.

Su figura, sin embargo, apenas ha sido reivindicada, también en parte porque la mayoría de su obra se ha perdido. Tampoco ha ayudado la escasa difusión que ha habido en España sobre el cine de los orígenes. "Parece que se empezó a hacer en los años 50 por generación espontánea; si ya esa época inicial es desconocida, un autor que pertenecía a ella aún más", reflexiona Núñez, que es también profesor de Lengua y Literatura.

La suya no es la primera biografía de Chomón. El estudio de su obra ha quedado reflejado con esmero en publicaciones de varios autores (Juan Gabriel Tharrats, Minguet Batllori o Agustín Sánchez Vidal), pero las lagunas biográficas (sobre todo en su primera y última etapa) eran una constante en todas ellas. "Empecé a estudiar su figura por casualidad. Lo que comencé a saber de él me fascinó y lo que se desconocía me inquietó, por lo que seguí investigando", explica Núñez.

Las cerca de 150 páginas de Chomón a media luz prometen sorpresas. Darán más datos sobre su vida y responderán a uno de los mayores misterios del realizador: ¿por qué se dedicó al cine? "La primera referencia que he encontrado en este sentido se remonta a octubre de 1900, cuando publica un anuncio buscando señoritas a las que se les dé bien pintar para el taller de coloreado que había montado en Barcelona. A partir de ahí, y con nociones de pintura y fotografía, se fue introduciendo en un sector con el que muchos catalanes se hicieron ricos", destaca.

El libro también revela que hubo otra mujer en su vida antes de la vedette Julienne Mathieu, con la que se casó más tarde de lo que se pensaba hasta ahora, y que cuando le mandaron de escribiente a la Guerra de Cuba la explosión del acorazado Maine "le pilló muy cerca".

Aunque no quiere desentrañar todas las novedades, Núñez indica que el libro también arroja más luz sobre su azarosa infancia y juventud, una época en la que había "bastantes datos incorrectos": "Su infancia fue una escuela de improvisación, pasando por diversas casas junto a sus padres médicos en Teruel, Valencia y Barcelona, lo que creo que le sirvió para ver siempre más allá y darse cuenta por ejemplo de que el cine podía ser mucho más que una atracción de feria".

Te puede interesar:

El autor reconoce que el proceso de documentación ha sido arduo y complicado, teniendo que acudir a archivos municipales y diocesanos, portales de genealogía (su único nieto no tuvo descendencia) y otras fuentes.

No obstante, Núñez señala que Chomón a media luz es solo una primera parte de su investigación (aborda su vida hasta que comienza a dedicarse al cine) y apunta que ya está trabajando en una segunda que aspira a publicar con motivo del centenario de la muerte del realizador en 2029: "Esta no es la biografía definitiva de Chomón porque sigue habiendo interrogantes, es más una ayuda, una puerta para que otras personas continúen investigando". Un punto de partida para otros expertos o para él mismo, porque ya advierte: "Nunca voy a dejar de investigar a Chomón".