Tako acaba de lanzar (en plataformas digitales y próximamente en vinilo y cedé) su antología Ayer, hoy, por siempre, que incluye dos canciones nuevas (Aunque nos cueste la vida y La isla) y 20 clásicos de la banda. El próximo 12 de septiembre lo presentarán en directo en Ejea con un concierto que contará con invitados como Kutxi Romero y Ramoncín y que ha levantado una gran expectación. Tras casi cuatro décadas de vida, Tako, resurge con fuerza con un proyecto que promete dar mucho que hablar y con «el concierto más grande que nunca» han dado. Así lo cuenta su vocalista, Mariano Gil. 

–¿La antología está pensada como un homenaje a Pedro Segura, fallecido el año pasado?

–El fallecimiento de Pedro (Segura) hizo que tuviésemos un impás, estábamos inmersos en el lío del nuevo disco y quisimos hacer un pequeño parón para sacar dos canciones nuevas pero dentro de una especie de antología. Un resumen de todos estos años, de echar la mirada para atrás de todo lo que hemos hecho. Son temas elegidos por nosotros al margen de los líos de las compañías, que tienen más intereses comerciales que otra cosa. Son los temas que más nos habían llegado y que creíamos que debían estar. 

–Fue un golpe muy duro me imagino.

–Pedro era un pilar fundamental, primero fue nuestro batería y luego siempre ha estado con nosotros en labores de management, de redes sociales… Ha estado siempre a nuestro alrededor, era alguien de la familia. Fue un mazazo muy duro. 

Me decía en la primera pregunta que han hecho la antología que querían al margen de las discográficas. En realidad, Tako siempre ha hecho lo que ha querido.

–Sí, sí, pero eso tiene un precio, ¿eh? Es que si pierdes tu identidad y te dejas llevar por los vericuetos... Para que me entiendas, irte a los madriles no eres tú. Nosotros siempre hemos creado nuestras canciones y hemos hecho todo desde aquí, desde Ejea. Luego, podemos ir a Madrid muchas veces y volver pero no nos quedamos allí. Y con las compañías ocurre lo mismo, sus intereses son otros a la hora de vender discos. Ahora como no se venden discos , están enfocados a los directos, a llevarte por aquí y por allá aunque las condiciones y los sitios no sean los más adecuados. Nosotros siempre hemos mantenido esa independencia para tratar de controlar lo más posible todo. 

–¿Se han arrepentido de algo?

–No sé si hubiéramos aguantado el lío de estar en Madrid. Necesitamos la tranquilidad de volver aquí y estar en nuestro entorno, tranquilos y separados de la vorágine de entrevistas, de la pseudofama, de no desconectar nunca. Ese rollo no sé si lo hubiéramos soportado bien. Nos ha venido bien seguir aquí para tener la ilusión intacta y no quemarte. Evidentemente si hubiéramos estado en otro sitio, igual las cosas hubieran sido diferentes pero necesitamos esa tranquilidad para estar bien con nosotros mismos. 

–¿Les ayuda a mantener los pies en el suelo?

–Aquí vuelves y eres Mariano de toda la vida, no tienes esa sensación de que estás en un escenario, de que vendes discos, que sales en los medios… Te alejas de ese lío y eso para nosotros nos mola mucho porque mantienes la perspectiva. 

–Y haciendo rock, que en los tiempos musicales que corren casi es un ejercicio de resistencia...

–Todo va dando muchos bandazos. Es que hemos sido testigos de tantas cosas… ¿Tú sabes la ilusión que teníamos cuando pasamos de grabar vinilos a sacar un cedé? ¡Era la hostia! Y, ahora, de repente solo se venden vinilos. No sé si con el rock va a pasar un poco igual, va dando bandazos porque, ya sabes, las modas son las modas y al final todo depende un poco de la promoción y de los medios. El rock siempre ha estado allí, lo que pasa es que en este país, a la gente le ha dado un poco más por lo indie. Pero la gente del rock son como amigos que no te van a fallar, es indiscutible. También te digo que hay muchas cosas del indie que no es que parezcan rock, es que son rock, pero las diferentes vertientes lo etiquetan según les va. Yo nunca he puesto etiquetas, a mí si me gusta una banda, me gusta, no miro más allá. 

–¿Ese es uno de los problemas de la música, querer etiquetarlo todo?

–Al final todo se etiqueta y hay mucho prejuicio… Hay que ir a ver a las bandas en directo porque aunque a priori puede que no te guste, luego en directo, yo me he llevado muchas sorpresas de caerme de culo con el show que llevan La gente debería abrir un poco más las orejas.

–¿Son sus directos su principal fortaleza?

–Nos ha tocado hacer bolos de todo tipo. Hemos tocado para 18.000 y para 30. No pensamos en si va a haber mucha gente o no, sí que tratamos que haya quien haya, pasárnoslo bien. Si no, no iríamos a tocar, si vamos a tocar, tocamos y lo hacemos como siempre, porque es meterte en otro mundo y en otra dimensión. 

–Regresan al escenario el próximo 12 de septiembre en Ejea después de mucho tiempo, ¿lo de tocar no se olvida, no?

–Yo creo que no, vamos a tocar madera. Tenemos muchas ganas aunque las condiciones de los conciertos son ahora un poco extrañas. Vuelves pero vuelves con miedo a la hora de las producciones pero saldremos a disfrutar. 

–El concierto ha levantado mucha expectación.

–La hemos liado parda. Llevábamos ya mucho tiempo sin tocar y queríamos, además, hacerle un homenaje a Pedro ya que por la pandemia no habíamos podido hacerlo. Nuestra oficina de management se ha pegado una currada espectacular. Nunca hemos hecho en directo una cosa tan grande.