El Festival Sonidos en la Naturaleza, SoNna Huesca, que organiza la Diputación Provincial de Huesca, cerró el domingo su exitosa segunda edición con una asistencia total cercana a los 11.000 espectadores, a pesar de las restricciones de aforos, y con lo que la organización considera “un comportamiento ejemplar del público”, tal y como destacaba la diputada Maribel de Pablo. La cita se afianza dentro del calendario estival de la institución, que busca una oferta cultural diseminada por todo el territorio y en el que las pequeñas localidades y los enclaves singulares sean los auténticos protagonistas. 

La segunda edición del SoNna Huesca que organiza la sección de Cultura de la Diputación de Huesca se ha desarrollado entre el 22 de julio y el 19 de septiembre, gracias a las cooperación institucional con comarcas y ayuntamientos, y siempre en localizaciones singulares y en plena naturaleza o en las plazas de nuestros pueblos. La caravana “vertebradora” del SoNna Huesca ha recorrido 34 localidades de las diez comarcas altoaragonesas para ofrecer un total de 35 espectáculos de música, teatro y circo.  

“Ha salido todo a pedir de boca”, resumía la diputada de Cultura de la DPH, Maribel de Pablo, que hacía hincapié en el esfuerzo organizativo que supone un certamen con 34 escenarios y dos meses de programación. “En el SoNna Huesca hay un esfuerzo muy importante de los técnicos, de los alcaldes y el personal de los ayuntamientos y comarcas, a los que quiero agradecer su ejemplar implicación, y de todo el equipo que lo lleva adelante, que es encomiable”. La diputada subrayaba que los objetivos del festival, “como son activar el sector cultural aragonés y el turismo en la provincia, además de poner en valor el territorio, se han cumplido a la perfección”. “Hay muchas localidades y alcaldes”, añadía, que ya se interesan por el calendario del año próximo y nos ofrecen sus lugares más emblemáticos, y esto es una prueba inequívoca de que la cita ha calado hondo en el territorio”. 

Maribel de Pablo subrayaba que la Diputación Provincial de Huesca ha sabido hacer de la necesidad virtud “porque hay que tener en cuenta que en estas circunstancias de pandemia estábamos obligados a ofrecer formatos pequeños, al aire libre y con el cumplimiento más estricto de la normativa anti-covid. Todo ello, con las cortapisas que supone, se ha acabado convirtiendo en la principal virtud del festival. Si la primera edición del SoNna Huesca no se hubiera ideado para el verano de 2020 nos lo hubiéramos tenido que inventar más tarde o más temprano”, resumía. 

Al margen de los dos conciertos de pago en la Cartuja de Monegros, las actuaciones con mayor número de espectadores han sido las de La Fura dels Baus (500), Homenaje a Pau Donés (500), Marlango (400), Viridiana (375) y Travis Birds (300). Aunque el aforo inicial previsto en la Cartura de las Fuentes, tanto para Amaral como para Rozalén, era de mil personas, debido a la alta demanda, la mejora de la situación epidemiológica y los protocolos de seguridad implantados, la Diputación Provincial de Huesca obtuvo la autorización del Gobierno de Aragón para aumentar el aforo a 1.200 personas. Las 200 entradas de la ampliación autorizada para cada uno de los dos conciertos se agotaron en apenas 17 minutos. 

Otro de los objetivos del festival era la revitalización del sector cultural aragonés y por ello el SoNna Huesca ha reservado un tercio de sus propuestas a grupos y formaciones de las tres provincias aragonesas. Entre ellas, el estreno de tres espectáculos teatrales de compañías oscenses en los que la Diputación participaba en la producción: La ratita presumida (Titiriteros de Binéfar), Torpeza obliga (Civi-civiac) y Prexina (La Raspa). 

La Cartuja de las Fuentes, la carrasca de Lecina, el salinar de Naval, la plaza mayor de Agüero con los mallos al fondo, los espacios de Arte y Naturaleza de Piracés y Abiego, la ermita de San Salvador de Torrente de Cinca o el parque de La Gabarda en Alberuela de Tubo son solo algunos ejemplos de la puesta en valor que un festival como el SoNna Huesca hace del territorio. Apenas se repetían media docena de ubicaciones de la primera edición y el año que viene se pretende hacer una nueva apuesta por descubrir enclaves fascinantes de esta maravillosa y diversa provincia de Huesca. 

Vivere Memento en Chalamera 

El pasado domingo, la formación Vivere Memento ponía el colofón al festival en la ermita de Santa María de Chalamera, localidad de nacimiento del escritor aragonés Ramón J. Sender, al que la DPH quería rendir homenaje en el 120 aniversario de su nacimiento. El trío castellano aragonés que forman Luis Delgado, María José Hernández y Joaquín Pardinilla, músicos de larga trayectoria y numerosas complicidades artísticas, ofrecieron su nuevo trabajo, La puerta de la memoria, una selección de los cancioneros históricos aragonés y sefardí que fue introducida magistralmente por Luis Delgado. La maravillosa voz de María José Hernández y la maestría instrumental de Joaquín Pardinilla y Luis Delgado, encandilaron al público por última vez en esta segunda edición del SoNna Huesca.