La Asociación de Amigos del Libro de Aragón celebró ayer en el Patio de la Infanta de Ibercaja la gala de entrega de sus premios, los Búho, en los que reconoce la labor en el mundo literario de autores, grupos editoriales e instituciones. Entre los galardonados en la XXIX edición se encontraba EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del que se reconocía «su pujante actividad editorial sobre temas y autores aragoneses bajo la dirección de Nicolás Espada».

El director de este diario ha defendido la misión de los medios de comunicación y la posición de Prensa Diaria Aragonesa, que en los últimos años «se ha hecho más amigos de los escritores y no nos ha asustado meternos en la edición de libros de autores aragoneses». «Los libros de papel siguen muy presentes en nuestra sociedad», ha afirmado Espada, que ha adelantado que EL PERIÓDICO DE ARAGÓN «seguirá colaborando para hacer crecer al sector y mantendrá la vocación de servicio y conexión con el territorio aragonés».

El cantautor, escritor y periodista Joaquín Carbonell también ha recibido un premio Búho, recogido a título póstumo por su hijo Nicolás. «Mi padre utilizó el libro para llevar a Aragón por todos los lugares», ha comentado.

La labor de la periodista Soledad Puértolas, que no ha podido asistir a la gala por enfermedad, ha sido reconocida por «su verbo natural y su capacidad comunicativa». Puértolas, en un texto leído por Juana de Grandes, presidenta de la fundación José Antonio Labordeta, ha expresado que es «el momento para proclamar la importancia de la literatura y de los libros».

El premio Búho a la mejor edición ha recaído en El mensaje de Pandora, la novela en la que el turolense Javier Sierra reflexiona sobre las diferentes pandemias sufridas por la humanidad a lo largo de la historia. «El libro nace de la necesidad de expresar todos los conceptos y las ideas acumuladas durante el confinamiento», ha explicado Sierra. El autor ha asegurado que las próximas ediciones de El mensaje de Pandora contarán, en su solapa biográfica, con el reconocimiento de la Asociación de Amigos del Libro de Aragón.

La dilatada carrera de José María Conget también ha sido protagonista de la gala. De sus escritos se destacaron sus numerosos libros de relatos, en los que siempre se encuentra un recuerdo para la ciudad de Zaragoza y para dos de sus grandes pasiones: el cine y los tebeos. Conget ha recordado a una leyenda del séptimo arte, Robert de Niro, en la recogida del galardón: «Gracias, gracias, gracias», como pronunció el actor estadounidense al recibir el Premio Donostia en el año 2000.

La labor en la difusión de la literatura en el mundo rural de la Biblioteca Municipal de Gotor, municipio zaragozano de solo 300 habitantes, protagonizó el último reconocimiento de la gala. José Ángel Calvo, alcalde de la población, ha asegurado que las bibliotecas «son un servicio básico al que tienen derecho todos los ciudadanos», mientras que José Antonio Martín, responsable de la biblioteca, ha deseado seguir «sembrando la semilla del amor por la lectura» en todos los niños y jóvenes de Gotor.

Víctor Lucea, director general de Cultura del Gobierno de Aragón, ha animado a los presentes a difundir el amor por la lectura «con el boca a boca, porque es la forma más efectiva». El director de Zaragoza Cultural, David Lozano, ha asegurado que el libro es «la máquina perfecta». «Una ciudad donde se lee es una ciudad mejor», ha sentenciado Lozano.