La Asociación Aragón en Vivo, que aglutina a la gran mayoría de salas de conciertos privadas de la región, ha manifestado su malestar por las restricciones que estarán vigentes durante las no fiestas del Pilar. Hasta nuevo aviso, el aforo en el interior de estos espacios continuará siendo del 50%, tal y como se especificó en un texto publicado en el BOA el pasado mes de mayo.  

Una cifra a todas luces insuficiente según la entidad, que ve cómo en otras comunidades las restricciones se relajan o incluso desaparecen mientras que en Aragón se mantienen. En territorios como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra y Madrid se han levantado todas las medidas restrictivas salvo la mascarilla en interiores, ya que esta es una decisión que compete al Gobierno central. 

“Con un aforo a la mitad, si además tenemos que colocar asientos para preasignar el acceso y mantener las distancias, el aforo real que nos queda es del 20%”, señala Pablo Cano, presidente de Aragón en Vivo y responsable del Rock & Blues Café. A este inconveniente hay que añadir, además, la prohibición de consumir en barra y un horario de apertura máximo hasta las 4 de la madrugada. 

La asociación constata “con impotencia” como en otros espacios de la ciudad sí se están programando actos culturales multitudinarios, lo que consideran un agravio comparativo. “Hemos programado nuestros actos habituales, no hemos preparado ninguna programación excepcional con motivo del Pilar”, afirma Cano. Asimismo, temen que la celebración de las no fiestas en la vía pública pueda descontrolarse y las imágenes de los macrobotellones que se han visto en los últimos días en otras partes del país puedan trasladarse a la capital aragonesa. “El problema va a estar fuera, en las calles, y nosotros podríamos ser parte de la solución”, considera Cano. “Somos una alternativa segura y vamos a tener las salas vacías”, añade.   

Por este motivo, las salas afirman sentirse “despreciadas y ninguneadas”. “En esta situación tan límite, ni si quiera han contado con las salas de Aragón en Vivo como programación paralela de la Semana Cultural, como sí se ha hecho otros años, ni tampoco como una ayuda para su subsistencia”, apuntan desde la asociación.  

Y es que, pese a que la Consejería de Sanidad ha asegurado que el ocio nocturno de la comunidad autónoma volverá a la seminormalidad -con el regreso del consumo en barra- tras la Semana Cultural del Pilar, para las salas es un anuncio que llega tarde. “Hay un miedo generalizado a que se produzcan problemas de orden público. Ya está pasando que hay muchos locales trabajando a medio gas y, mientras, tienes a la gente bebiendo en la calle”, lamenta el presidente.  

Según datos de la propia entidad, solo en 2019 las salas adheridas a la asociación acogieron más de 3.000 conciertos con más de 230.000 espectadores. “Aportamos diversidad y una agenda estable, variada y de calidad durante todo el año”, defiende Cano.