El Museo de Zaragoza sigue renovando y mejorando su discurso expositivo. El último paso en ese sentido ha sido la creación de un nuevo espacio que aglutina sus mejores piezas y pinturas de arte gótico y que este jueves ha sido inaugurado por el presidente Javier Lambán y el consejero Felipe Faci. Las dos salas y el ala de la galería reordenadas exhiben solo una selección, ya que el museo cuenta con más de 200 obras de este estilo, constituyendo la mejor colección de arte gótico de titularidad pública en España solo por detrás del Prado, tal y como ha destacado Isidro Aguilera.

Todas las pinturas y piezas que conforman el nuevo espacio ya se exponían anteriormente en el museo. Lo que se ha hecho ahora es aunarlas y mejorar su discurso, una actuación que se enmarca dentro del proceso de renovación de su exposición permanente, que continuará pronto con la museografía dedicada a Goya.

«Con este nuevo espacio proponemos al visitante un paseo por la historia de Aragón (hay obras de los siglos XIV y XV», ha destacado el director del museo. La exposición está dividida en tres ámbitos. El primero con las piezas más antiguas, en su mayoría del siglo XIV, otro dedicado a la pintura con obras del arte monumental, así como piezas de hacia el año 1500 que ya «anuncian la transición hacia el renacimiento» y tallas de estilo franco-germánico.

En estas dos centurias se puede comprender cómo entre los artistas que trabajaron en el territorio fueron calando las influencias francesas, italianas y flamencas que fueron enriqueciendo sus producciones vinculadas a los periodos del gótico lineal, italogótico y gótico internacional.

En el nuevo espacio, que apenas exhibe medio centenar de obras de las 200 que tiene el museo, destacan sobre todo dos grandes retablos: el de la Santa Cruz de la iglesia parroquial de Blesa, realizado en 1481 por Miguel Jiménez y Martín Bernat y adquirido por el museo en 1922, y el Retablo de la Resurrección, una obra de Jaime Serra para el monasterio zaragozano de las Canonesas del Santo Sepulcro hacia 1381.

Por su parte, el estilo internacional está representado por la obra de Marzal de Sas, un artista germánico que presenta una gran riqueza compositiva basada en la cantidad de detalles, mientras que Blasco de Grañén es la figura más destacada de Aragón del gótico internacional. Su obra sobresale por la calidad de su ejecución, la rica profusión de los dorados y el intenso cromatismo.