El barrio del Arrabal luce desde esta semana más alegre y colorido. Y todo gracias al festival Asalto, que lleva desde 2005 impulsando el arte urbano en diferentes distritos de Zaragoza. Un total de diez artistas (algunos de ellos procedentes de otros países) están trasladando su talento a las paredes del barrio en la décimo sexta edición del festival, que está demostrando de nuevo que el arte no debe circunscribirse solo a las paredes de un museo.

«La iniciativa me parece maravillosa; ojalá hubiera más proyectos similares en otras ciudades», subraya la artista plástica de origen japonés Mina Hamada, que está interviniendo en una pared de la calle Pedro Villacampa. Como el resto de participantes, Hamada destaca sobre todo la vinculación que intenta crear el festival con el barrio y sus vecinos, algo que valoran también los ciudadanos. «Yo estoy encantado. La calle tiene mucha más luz con el mural, así que ojalá hicieran más en otros lugares. Además, he leído que también van a hacer talleres en los colegios», indica Raquel Jiménez, una vecina del barrio.

Aunque la cita no concluye hasta el domingo, algunas de las intervenciones ya están bastante avanzadas. Como la que está realizando el artista puertorriqueño Ekosaurio junto al Centro Cívico Tío Jorge. «Me crie en plena naturaleza y eso ha influido siempre mi obra. Aquí estoy pintando flores autóctonas de mi país y también de Aragón, para recordar el peso que tiene la agricultura en esta comunidad», explica este artista afincado en Barcelona desde 2016.

Una de las características de Asalto es que intenta que la historia y el pasado de cada barrio se impregne en sus murales. Es el caso precisamente de la obra que está realizando Dani H. en la calle Pico de Aneto, muy cerca también del centro cívico. «Los organizadores del festival me contaron que el barrio tiene una conexión muy fuerte con la escena del jazz y eso es lo que estoy intentando plasmar en la obra», señala el artista canario. De hecho, en su mural va a incluir al músico Bob Destiny, que fue un gran impulsor de este estilo musical en Zaragoza y en el Arrabal, donde creó el Aula de Jazz del Centro Cultural Tío Jorge e impulsó el Festival Jazz al Margen.

La artista de origen japonés Mina Hamada, este martes en la calle Pedro Villacampa.

La donostiarra Maite Rosende también se ha sumergido en la historia del Arrabal para abordar su mural en la calle Jorge Ibort. «Como tengo distintos espacios para pintar, voy a contar una especie de cuento de un pájaro que va persiguiendo a un hombre por diferentes lugares emblemáticos del barrio como la Estación del Norte o el callejón de Lucas», explica Rosende, que prevé terminar su obra el sábado. Como el resto de artistas de esta edición, es la primera vez que participa y no puede estar más satisfecha. «La iniciativa es brutal y es un ejemplo de que con el arte se pueden recuperar espacios públicos», destaca.

Una mirada al pasado del barrio

Tan buena acogida está teniendo el festival que incluso les están lloviendo propuestas a algunos artistas. «El dueño de un edificio próximo nos dijo si podíamos hacer algo parecido en su inmueble, así que le dimos nuestros contactos», indica entre risas Asis Percales, que está realizando su obra junto al artista barcelonés Geco. Ubicado en la calle Jesús, su mural pretende rendir tributo al pasado industrial del barrio y a su antigua azucarera (ahora sede de Zaragoza Activa) y la antigua fábrica de galletas Patria.

En esta décimo sexta edición también se está interviniendo en lugares emblemáticos del barrio como el centro de salud, cuya fachada ya está siendo pintada por el francés Nelio. Todos los artistas destacan además que Asalto está permitiendo tejer una valiosa red de creadores. «Es muy enriquecedor conocer a otros compañeros e incluso podría derivar en nuevos proyectos artísticos», subraya Geco.

Además de los diez murales que se van a realizar este año, el festival acogerá la segunda edición del proyecto Asalto 15/15, en el que ese número de artistas generarán sinergias con otros tantos vecinos para crear una obra que se expondrá en la Asociación Utrillo.