Afirmó Juan Marqués que ha retrasado la presentación de su primera novela, El hombre que ordenaba bibliotecas, hasta el mes de noviembre «para que todos los que vinieran al acto hubiesen tenido tiempo de leer el libro». El público que ha asistido al evento en torno a la novela publicada por Pre-Textos ha podido disfrutar del propio libro y, también, de los comentarios del editor Manuel Borrás y los escritores Irene Vallejo y Andrés Trapiello.

«Andrés es como un padre para mí, todo lo que me ha sobrevalorado me ha venido bien», ha comenzado Marqués, que sentía vértigo por haber formado «una mesa tan ostentosa» para la presentación de su novela.

El libro, hijo del confinamiento y escrito «en tan solo dos semanas», aborda la vida de un hombre que, inmerso en una crisis generacional, se ofrece para ordenar las bibliotecas de la gente, en una forma de organizar un poco el caótico mundo en el que le ha tocado vivir. «Aún no tengo muy claro a qué público va dirigida la novela», ha detallado Marqués, que ha considerado la literatura «como un punto de partida necesario en la vida».

Lo que sí tiene claro Marqués es su capacidad para reconocer a la gente que lee y a la gente que no : «Por la calle reconozco perfectamente a un lector y siempre desconfío de las personas que no leen habitualmente». Una declaración de intenciones que, seguro, los lectores podrán extraer, porque para Marqués «es imposible que las novelas no hablen de sus autores».

Borrás ha destacado que la primera novela de Marqués «aspira a trasladar al público general un malestar que se vive dentro de la sociedad literaria». Aunque este papel, de crítica a la situación del mundo editorial y la reflexión sobre el papel de la literatura en el mundo ocupa gran parte del libro, para el editor de Pre-Textos el objetivo final del protagonista, un reflejo de Marqués, es «conseguir que le dejen en paz, que pueda ser completamente libre».

Vallejo ha afirmado que se reconocía en cada capítulo «como la entusiasta de la literatura que soy». «Creo que la vida nos hace experimentar en nuestra propia piel lo que antes hemos vivido en los libros», ha reflexionado la autora zaragozana, que ha celebrado con sorpresa el buen debut de su paisano en el género novelesco: hasta el lanzamiento de El hombre que ordenaba bibliotecas, Juan Marqués no se había despegado de la poesía. «Es una novela de un poeta que no se queda en el clásico intimismo o en la propia lírica», ha advertido Vallejo, que, en referencia al protagonista de la historia, ha animado a leer el libro «ardientemente».

Trapiello ha recordado una anécdota que parece fundamental para la creación del libro que se ha presentado en el Paraninfo: «Juan Marqués fue el encargado de ordenar mi biblioteca en mi casa del campo». El leonés ha destacado que la novela es «muy breve y muy divertida», y no ha dejado de entablar una relación entre León y Zaragoza, como ciudades que se parecen en muchos aspectos, no todos ellos positivos. «Con Zaragoza me puedo meter yo que soy zaragozano, uno de León, no», le reprochó, entre risas, Marqués.

El escritor zaragozano y Trapiello han compartido una reflexión sobre la literatura en la que le han restado importancia como arte y la definieron como «una tragedia para mantener la vida». «En los momentos más importantes de nuestras vidas, nunca hay un libro», ha sentenciado Trapiello.