PUBLICACIÓN PARA DAR A CONCER LA HISTORIA DE UN EDIFICIO EMBLEMÁTICO

Un nuevo libro "conecta" la Lonja de Zaragoza con la época romana

La doctora en Historia del Arte, Carmen Gómez Urdáñez, asegura en una publicación impulsada por el ayuntamiento que las influencias arquitectónicas de la Lonja entroncan con las 'basílicas' de la época del arquitecto romano Vitrubio

El libro 'La Lonja de Zaragoza, reyes y ciudadanos' se ha presentado este lunes en el edificio civil de estilo renacentista, construido entre 1541 y 1551.

El libro 'La Lonja de Zaragoza, reyes y ciudadanos' se ha presentado este lunes en el edificio civil de estilo renacentista, construido entre 1541 y 1551. / ÁNGEL DE CASTRO

R. L. M.

Zaragoza

La Lonja de Zaragoza acabó de construirse en 1551, pero sus influencias arquitectónicas podrían remontarse muchos años atrás. Concretamente hasta la época romana. Esa es una de las principales novedades del libro que acaba de escribir la doctora en Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, Carmen Gómez Urdáñez, quien asegura en La Lonja de Zaragoza, reyes y ciudadanos que la construcción del emblemático edificio entronca con la basílica diseñada por Vetrubio, arquitecto romano de la época de Augusto.

«Por primera vez, este libro conecta las lonjas que se construyeron durante la Corona de Aragón con la época romana. Columnas delgadas para que la gente pueda moverse y verse en el interior, una gran luminosidad para que los escribanos pudieran ver bien...todas esas características las aporta Vitrubio», ha explicado este lunes la autora en la presentación del libro, editado por el ayuntamiento y la universidad para dar a conocer la historia y la evolución del edificio del siglo XVI.

Tal y como se señala en el libro, nunca hasta ahora se había planteado este origen porque no se había buscado en el mundo clásico antiguo la solución para un edificio de tipo gótico, como son las lonjas de Barcelona, Mallorca y Valencia (la de Zaragoza fue la última que se construyó en tiempos de la Corona de Aragón y le alcanzó ya el Renacimiento). «Pero no es cuestión de encontrar el precedente de la formalización de sus elementos arquitectónicos, sino el de la esencial configuración y definición de su espacio adecuado a su función, independientemente del estilo con el que se concrete», escribe Gómez Urdáñez.

En este sentido, la investigadora aragonesa vuelve la mirada a la basílica de la época de Vitrubio: el lugar que servía para albergar a los mercaderes y a ciertos tribunales en el foro romano. «En el fondo, el libro es un viaje al pasado para entender qué intentaron hacer los que construyeron la Lonja de Zaragoza», ha apuntado Gómez Urdáñez, que ha recordado que este edificio civil renacentista se utilizó para acoger los intercambios mercantiles en la ciudad al menos hasta principios del siglo XVIII (después su uso fue más de índole social y cultural). Fueron los propios mercaderes los que solicitaron su construcción para no tener que fijar los precios y cerrar los negocios en La Seo, donde se realizaban esos intercambios hasta ese momento.

En ese «viaje al pasado», la investigadora también se introduce en la mente de los diseñadores de la Lonja de Zaragoza (el maestro de obras fue Juan de Sariñena) para analizar los 153 personajes de los tondos (medallones) de la parte superior y exterior del edificio. En ellos están representados, entre otros, el rey Carlos V y la emperatriz Isabel de Portugal, pero también ciudadanos «notables» de la Zaragoza de la época.

En el libro de Gómez Urdáñez, que ha dedicado casi toda su trayectoria a investigar el urbanismo zaragozano del siglo XVI, también se recuerda la importancia de Zaragoza en esa época y cómo su lonja no podía ser menos de las que ya se habían construido en otras ciudades de la Corona de Aragón como Barcelona, Valencia o Mallorca. «En esos años contaba con unos 26.000 habitantes, siendo una de las más pobladas de la península», ha destacado. Preguntada por si debería ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como la de Valencia, Gómez se ha limitado a decir que ninguna de las lonjas de la Corona de Aragón «es más que la otra».

Además del libro, el ayuntamiento ha editado un vídeo de diez minutos con guion de Gómez que puede verse a través de la web municipal. 

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