El arte realizado por mujeres ha perdido su espacio en los espacios expositivos aragoneses en los dos últimos cursos. El tercer informe del Observatorio de género en las artes visuales en Aragón elaborado por La Casa Amarilla y la Asociación Cultural Nómadas por la Creación certifica que las artistas tienen menos presencia en las exposiciones de la comunidad. La pandemia y el cambio de tendencia son las principales causas de esta situación.

El informe, que estudia 28 espacios diferentes desde septiembre de 2019 hasta junio de 2021 certifica un claro freno a la tendencia igualitaria que sí había registrado, el mismo estudio, en la temporada 18-19. La tasa de igualdad se sitúa en este último ejercicio en 37 puntos, por debajo de los 40 que marca el mínimo igualitario. El descenso, afirma el análisis, es muy notable en los espacios de gestión pública, que han programado en los dos últimos años a menos artistas y, también, a una proporción menor de mujeres.

Una de las notas positivas del informe la ponen las galerías de arte privadas que, en conjunto, han mantenido la igualdad de la artista a lo largo de todo el período de crisis. Una tendencia que choca con las muestras públicas. Esta situación, concluye el informe, de muestra que «no es el mercado ni la costumbre del público quienes imponen la presencia de una mayor proporción de hombres artistas».

Los resultados que arroja el informe muestran que, de los 28 espacios analizados, solo siete mejoraron su situación igualitaria: el Pablo Gargallo, el Palacio de Montemuzo, Bantierra, Joaquín Roncal y las galerías de arte La Carbonería, La Casa Amarilla y Spectrum Sotos. Por contra, hasta once espacios en todo Aragón empeoraron la situación de la mujer artista en sus exposiciones. Un resultado agridulce refleja el IAACC Pablo Serrano, referencia autonómica en arte contemporáneo, que desciende su puntuación en la tasa igualitaria, pero la mantiene dentro de los parámetros recomendados.

El informe concluye asegurando que el descenso de la tasa de igualdad es de carácter «notable». También, el análisis asegura que la «inexistente programación en los museos de Huesca y Zaragoza contribuyó a que el número de mujeres programadas por el Gobierno de Aragón en sus centros a lo largo de dos temporadas fuese inferior al de la temporada anterior».

Chus Tudelilla, directora de La Casa Amarilla, asegura que no están «contentos con el resultado del informe, porque la situación ha empeorado respecto al anterior análisis». «No se entiende que las galerías privadas de arte sean las mejores paradas tras la pandemia», lamenta Tudelilla, que opina que las necesidades económicas de las galerías «podrían haber frenado» la apuesta por artistas mujeres o menos conocidas.

Para Tudelilla, el arte hecho por mujeres tiene «un problema muy grande que no le permite avanzar» y es «su presencia reducida frente a las obras realizadas por hombres». Para la directora de La Casa Amarilla, la actual sociedad demuestra «un interés por que esta situación se corrija», motivo que justifica, en su opinión, el informe realizado.

Los encargados de realizar el informe ya piensan en la próxima campaña y desean que «las instituciones públicas y privadas atiendan al resultado que se ha dado, para que corrijan la situación». «Queremos que en el informe de la próxima temporada se vea una igualdad real de género», sentencia Tudelilla, que asegura que «la mejor forma de alcanzar esta igualdad es que las mujeres también ocupen las salas de manera individual, como sí hacen los artistas masculinos». 

«No basta con sumar número, hay que sumar calidad»

Las exposiciones colectivas con participación exclusiva de mujeres sí se mantuvieron durante los dos cursos. Una práctica que, para Tudelilla, «no ayudan a corregir la situación de la mujer en el mundo artístico». «Las exposiciones colectivas no son importantes para las trayectorias individuales de las artistas», asegura la directora de La Casa Amarilla. «Este tipo de muestras no atienden a una línea concreta; no basta con sumar número, ya que hay que sumar también calidad», resume Tudelilla, que desea que, en el futuro, las salas aragonesas dediquen «exposiciones al trabajo de una sola artista».