Los escritores aragoneses Ramón J. Sender y Benjamín Jarnés han vuelto a resonar en Zaragoza. Gracias a una ponencia impartida por el también escritor y periodista Juan Bolea, el público que se ha acercado al Patio de la Infanta de Ibercaja ha podido conocer en profundidad la obra y el legado de dos de los autores más importantes de la historia aragonesa.

Bajo el título Olvidados del siglo XX: Sender y Jarnés, Bolea ha viajado a comienzos del siglo pasado para reivindicar la figura de dos maestros a los que el paso del tiempo ha condenado, prácticamente, al olvido. «Hay que llamar a Indiana Jones para encontrar libros de Sender o de Jarnés en las librerías y bibliotecas», ha ironizado Bolea, muy descontento por el trato que reciben en la actualidad los dos escritores.

Bolea ha comenzado su discurso por las conclusiones, asegurando que «Ramón J. Sender y Benjamín Jarnés revolucionaron la novela universal», a lo que ha añadido que, a partir de la obra de los dos aragoneses, «ya no se pudo volver a escribir como se hacía en el siglo XIX». Defendiendo a los dos autores de la tierra, el escritor también ha asegurado que ambos fueron exponentes de «dos estilos muy distintos», de los que fueron modelos a seguir.

Bolea ha aseverado que las figuras de Sender y Jarnés son mucho más influyentes en la literatura europea de lo que cree el público general. «Jarnés fue heredero del romanticismo y del modernismo, y precedió a algunos autores que son mucho más conocidos en la actualidad, como Faulkner o Virginia Woolf». Sobre Sender, Bolea ha afirmado que fue «el autor encargado de adaptar las novelas al nuevo siglo XX, además de inspirar a autores tan importantes como Hemingway».

Bolea también recuperó las biografías de los dos autores e intercaló sus reflexiones con la lectura de algunos fragmentos de sus obras, con los que demostró toda la teoría y el análisis que conformaron su discurso.

Sender fue el protagonista de una anécdota personal que Bolea ha rescatado. «Yo conocí a Sender en 1974», ha recordado el escritor, que aquel año ganó el premio Coca Cola de relato, que se entrega a alumnos de instituto. «Le pregunté qué debía hacer para convertirme en un gran escritor», ha explicado Bolea, que ha narrado entre risas las dos respuestas del genial escritor oscense: «Lo primero, vivir mucho, para tener muchas experiencias; lo segundo, que cambiase la Coca Cola por el vino». Sender fue también el protagonista del «primer y único delito» de la vida de Bolea: «Robé algunos de los libros pero, cuando me pillaron, solo me pude quedar con Imán».

La recuperación de los grandes nombres de la literatura aragonesa es el principal objetivo del ciclo, que Bolea considera «fundamental» para que las próximas generaciones conozcan a los escritores que les precedieron: «Es una información que debería estar en los libros de texto de los alumnos de la comunidad». Bolea también ha pedido que se lanzase una colección de diez tomos que recuperase a autores como Marcial, Jerónimo Zurita o Braulio Foz, además de Sender y Jarnés: «Es importante que todos los aragoneses tengamos a estos autores en nuestras bibliotecas particulares».

Domingo Buesa, también organizador del ciclo, ha destacado el papel de Bolea en la confección de las charlas y ha asegurado que Un Aragón de novela «seguirá celebrándose en los próximos años, con nuevos autores y nuevos espacios de la comunidad». Buesa ha defendido la importancia de un certamen que tiene como objetivo conseguir que la sociedad aragonesa esté más pendiente de sus autores, «que pese a nacer en nuestra tierra y escribir nuestra historia no tienen la atención que merece».

El ciclo Un Aragón de novela, organizado por la Fundación Ibercaja y que celebra en este 2021 su primera edición, concluirá el próximo miércoles 24 de noviembre. También en el Patio de la Infanta, Fernando Martínez Laínez ofrecerá una conferencia titulada Enfrentamientos armados en el Aragón del siglo XIX.